Con un enorme corazón que latió en la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos Río 2016 y un mensaje de superación, inspiración y unidad fue lo que mostró esta ciudad en la ceremonia de inauguración de la justa, en el emblemático estadio Maracaná.
Un claro mensaje de superar las adversidades ante las limitaciones físicas estuvo marcado la apertura de la justa paralímpica, en donde, además, se destacó que la visión de ver el mundo tiene otro significado cuando se observa desde la perspectiva de los atletas paralímpicos.
Y fue el multimedallista Aaron Wheelz, atleta sobre silla de ruedas de deporte extremo, quien sobre una enorme plataforma enmarcó este momento histórico para Río de Janeiro. El deportista salió en medio de las notas de la famosa samba, que dieron la bienvenida a la fiesta deportiva de personas con discapacidad.
Mientras tanto, Rusia inauguró sus Juegos Paralímpicos tras su exclusión, con la presencia del presidente Vladimir Putin
Las playas de Copacabana e Ipanema fueron recreadas sobre el césped del Maracaná, su gente, su sencillez y su alegría, pero sobre todo, la “hermosa praia de Río”, que se vistió multicolor para recibir al mundo en estos Juegos Paralímpicos.
El acto solemne fue cuando Roseane Miccolis, hija de Aldo Miccolis, pionero del deporte paralímpico en Brasil, tomó en sus manos la bandera brasileña, para ser izada bajo las notas en piano del himno nacional interpretado por el maestro Joao Carlos Martins.
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Cada una de las delegaciones asistentes colocó una pieza de las mil 160 de que constó el rompecabezas con el rostro de los seis mil 350 competidores en la justa. Al final se mostró un enorme corazón que es la parte medular de la vida.
El concepto fue ovacionado por un abarrotado Maracaná, que fue testigo de otra manera de ver el movimiento paralímpico.
De la misma manera, se mostró al mundo el camino que ha tenido la tecnología con el deporte y en especial en las prótesis que utilizan algunos de los atletas y que gracias a eso han tenido una nueva oportunidad de vivir.
Luego, el encendido del pebetero que con los últimos relevos inicio con Antonio Delfino, medallista de oro en Sydney 2000 y Atenas 2004; luego, Marcia Malsar, medallista de 1984 cuando los Juegos se realizaron de manera conjunta en Inglaterra y Estados Unidos.
La atleta Adriá Rocha, débil visual y una de las baluartes del deportes paralímpico en Brasil, entregó la llama al nadador Clodo Aldo Silva, quien tiene 13 medallas paralímpicas de las cuales seis son de oro, para encender el pebetero.
Fuente: Macrix Noticias