- Tener un recién nacido en casa es una experiencia maravillosa. Y aunque hayas leído mucho acerca del tema, te hayas informado con las madres de las familias o pienses que tú tomarás los máximos recaudos con tu bebé, hay cosas de la vida cotidiana que a veces se nos escapan de las manos. A la hora del baño, por ejemplo, hay ciertas cosas que se deben evitar, ¿sabes cuáles son?
Aún recuerdo cuando nació mi primer hija. Y recuerdo el primer baño. Fue toda una experiencia digna de rememorar. Mi marido y yo estábamos excitados, ¡Ibamos a bañar por primera vez a nuestra bebé!. Pero no fue esa experiencia agradable que esperábamos. Indira lloró como un gatito mojado, y nosotros la bañamos lo más rápido que pudimos para ahorrarle el sufrimiento.
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¿Qué podía haber salido mal? Tal vez nada, pues simplemente los bebés recién nacidos suelen llorar, ya que deben acostumbrarse a la vida fuera del útero y el baño es una sensación nueva para ellos. Pero también pudo haber pasado que, como primerizos, hayamos cometido errores que fuimos luego aprendiendo con el tiempo.
El momento del baño y aseo del bebé, es un momento muy importante, pues contribuye a la salud corporal del niño. Un niño correctamente aseado y limpio será un niño saludable. Asimismo, es un momento dedicado a la exploración sensorial del bebé, más cuando tiene unos cuantos meses, que es cuando comienza a disfrutar verdaderamente del baño. Hoy, como madre de dos niños, puedo decir que mis hijos disfrutan mucho del agua y esperan ansiosos el momento de bañarse.
Cuando un bebé se acostumbra desde muy pequeño a la rutina del baño, luego entenderá que ese momento no sólo es de diversión, sino que es un buen momento para disfrutar de la compañía de mamá o papá y reforzar el vínculo a través del aseo y los juegos.
Errores al bañar a un bebé
Cuando son muy pequeños hay ciertos recaudos que debemos tomar a la hora de organizar y preparar el baño del bebé. Como primer medida, debes tener todo preparado de antemano y tratar de establecer una rutina de horario, para que el niño se vaya familiarizando con la situación.
Éstos son algunos de los errores comunes que podemos cometer a la hora de bañar un recién nacido o a un bebé de meses:
1. Dejarlo solo
Lo estás bañando y de repente te das cuenta que te olvidaste de traer el jabón. Usas la red de contención para que el bebé no se resbale, o si es más grandecito, ya está sentadito solo; entonces decides echarte una carrera «total es apenas unos segundos». Pero esos segundos pueden ser fatídicos. Aunque te represente una incomodidad, saca a tu bebé de la bañera y llévalo contigo a buscar el jabón, o pide que alguien se quede con el niño. Bajo ningún punto de vista dejes solo a un bebé en la bañera, pues en apenas pocos minutos suceden las tragedias. Es fundamental que tengas todo preparado con anticipación, para evitar este tipo de situaciones.
2. Temperatura del agua
La tolerancia que puede tener la piel de un bebé al agua caliente no es la misma que puede tener un adulto. Uno de los errores más comunes de los padres es poner el agua demasiado caliente, y lo mismo sucede con el agua fría. A veces, hay que saber encontrar la temperatura justa para que el bebé se sienta a gusto; ni tan caliente para que irrite su piel, ni tan fría para que enfríe su cuerpito.
3. Productos nocivos
La piel del bebé es muy delicada. No es lo mismo utilizar un shampoo para niños que uno específicamente diseñado para los recién nacidos y bebés, los cuales tienen un PH más bajo que los demás, o neutro. En el caso de los recién nacidos, es importante elegir un shampoo y jabón que tengan PH neutro. Asimismo, es fundamental enjuagar bien los restos de jabón para que la piel del bebé no se reseque ni se irrite.
4. No secarlo bien
Dejar la piel algo húmeda puede causar irritación en la delicada piel del bebé. Es imprescindible secarlo bien por completo y no olvidar los pliegues o las zonas como detrás de las orejas, o entre medio de los deditos de los pies. Intenta templar el ambiente antes del baño para luego poder tomarte el tiempo necesario para secar bien al pequeño antes de vestirlo.
5. Buscar la ropa después
La ropa que le pondrás al bebé luego de bañarlo debe estar lista apenas lo saques de la bañera. De ese modo, una vez que lo seques y le pongas fécula o talco, podrás vestirlo sin que tome demasiado frío, pues el choque del aire frío con su cuerpito templado puede perjudicar su salud.
No olvides además de limpiar correctamente sus zonas íntimas y de mantener bien cortas las uñas de las manos y de los pies para evitar que pueda lastimarse a él mismo. Con el tiempo y la experiencia, los padres nos vamos poniendo cada vez más «a tono» con el baño del bebé y con todas las rutinas de lo que implica la crianza de un hijo. Sigue tu intuición y lo estarás haciendo muy bien.
fuente: Familia