El multiverso de los elotes es real. Aunque se parecen entre ellos, los esquites no son lo mismo que los trolelotes. Su esencia podrá ser sospechosamente similar, sin embargo, sus peculiaridades los distinguen entre ellos. Conoce más acerca de este antojito mexicano cuyas variaciones han dado origen a un universo culinario.
La evolución de los esquites
El portal del gobierno de México señala que la palabra “esquite” proviene del vocablo náhuatl “izquietl”, el cual hace referencia al maíz tostado. La etimología del término indica la existencia de un platillo prehispánico donde los granos se doraban. Este es el primer antecedente de los esquites.
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Los esquites modernos, de acuerdo al Diccionario enciclopédico de la gastronomía mexicana de Larousse, en los estados de México e Hidalgo, son granos de elote tiernos preparados con agua, sal y epazote, aderezados con chile en polvo y limón.
En la fórmula moderna de los esquites ya se puede percibir la influencia española. El limón fue introducido a territorio nacional durante el periodo de colonización.
En la actualidad, los habitantes de la sierra de Hidalgo tienen por costumbre guisar los granos de elote con cebolla, sal, chile serrano y epazote, combinando agua y pulque en su cocción. A esta preparación se le conoce como “esquite borracho”.
En la región de Tlaxcala la receta ha tenido una ligera variación, los granos primero se asan, y después se fríen con epazote junto con rajas de chile loco.
La evolución de los trolelotes
El esquite no es lo mismo que un trolelote, sus componentes gastronómicos son distintos. Mientras que las diferentes variedades de esquites respetan los mismos ingredientes base, es decir, elote, agua, sal, chile y hierbas aromáticas. Los trolelotes prescinden por completo del uso de epazote y agregan a la receta: mayonesa, mantequilla y queso molido.
Conforme el tiempo avanza, la preparación de los trolelotes ha sufrido modificaciones. En la Zona Conurbada de Tampico, de donde son originarios, cada vez es más habitual acompañar el platillo con diversos tipos de cacahuates y semillas.
Al igual que los esquites, los trolelotes han evolucionado. En Monterrey, por ejemplo, reciben el nombre de “granos de elote en vaso” y se añade a la composición una generosa porción de queso amarillo derretido.
El multiverso de los elotes
En el mundo de los granos de elote no todo es salado, también hay espacio para lo dulce. Acorde al Diccionario enciclopédico de la gastronomía mexicana de Larousse, en Hermosillo, Sonora, los granos de maíz se preparan con miel de melcocha de panela.
Las combinaciones culinarias no conocen límites. A los esquites se les añade también, al gusto, patas de pollo y chapulines. A los trolelotes se les acompaña con nachos, fritangas, papas fritas, aperitivos de harina de maíz e incluso se pueden mezclar con sopas instantáneas.
En Nuevo León, por ejemplo, existe la “rosca de elote”, la cual incluye elotes asados y trolelote al centro, aunado a nachos y papas picantes.
Este es el multiverso de los elotes, donde no es lo mismo esquite que trolelote. Las variaciones entre ambos platillos son múltiples y todas, en su propio estilo, son deliciosas.
FUENTE: EL SOL DE TAMPICO