8 de marzo: no es solo una celebración, se conmemora la lucha y se recuerda todo lo que aún falta.
Historia:
En 1910, durante la 2da Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunidas en Copenhaguen se reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Al año siguiente, 1911, se celebra el Día Internacional de la Mujer en numerosos países europeos y en Estados Unidos. La fecha fue el 19 de marzo en conmemoración de la Revolución de 1848 y de la Comuna de París.
Una semana después, el 25 de marzo de 1911, más de 140 trabajadoras murieron en el incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Inmigrantes en su mayoría, de entre 14 y 23 años fueron encerradas por los dueños de la fábrica dado a que protestaban por mejoras laborales. Este hecho dio inicio a nuevas legislaciones que contemplan la situación laboral de la mujer.
Si bien hoy en día la situación de la mujer ha mejorado, queda todavía mucho por hacer.
Entonces, este 8 de marzo y todos los días, en lugar de celebrar, conmemoramos lo vivido, celebramos lo alcanzado y vamos por más. No solo las mujeres, sino toda la sociedad.
17 cosas que la sociedad puede hacer por las mujeres.
1. No matarlas.
Un femicidio es asesinar a una mujer por el hecho de ser mujer. Es difícil tener estadísticas por la falta de denuncias e investigaciones caratuladas incorrectamente.
En 2014, 225 mujeres fueron asesinadas en Argentina sólo por ser mujeres. Los imputados fueron 228, porque en algunos crímenes hubo más de un responsable. Al 75 por ciento de esas mujeres las mató algún allegado. La mayoría de las víctimas tenía entre 21 y 40 (el 42 por ciento del total), pero también hubo femicidios que tuvieron por víctimas a niñas y adolescentes.
La Asociación Civil La casa del encuentro lleva contados de 2008 a 2014 aproximadamente 1.808 femicidios, 2.196 hijas e hijos que quedaron sin madre, víctimas colaterales del Femicidio. 1.403 son menores de edad.
En México, entre 2012 y 2013 fueron asesinadas en femicidios 3.892 mujeres, casos de los cuáles solo 613 fueron investigados como tales. Estos datos los comparte María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional sobre Feminicidio de México.
El año pasado Dilma Rouseff, mientras presentaba una ley de feminicidios, comentó que 15 mujeres son asesinadas por día en Brasil, por el hecho de ser mujer.
El documental recientemente ganador del Oscar “A girl in the river” cuenta la historia de Saba. Por casarse con el hombre que amaba, su propio padre le disparó en la cabeza y la tiró en una bolsa al río. Pero ella sobrevivió. El padre salió impune porque la ley paquistaní permite estos “asesinatos de honor”. Una mujer muere cada 90 minutos en el mundo por estos crímenes de honor.
2. Ya no violarlas.
Una de cada tres mujeres (35%) en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
La violencia contra la mujer puede tener consecuencias mortales, como el homicidio o el suicidio.
3. Dejar de pensar que “el piropo” es halagador y entender que esto es acoso callejero.
¿Y si fuese al revés?
4. Pagarles el sueldo que les corresponde.
Los salarios promedios de las mujeres son entre 4 y 36 por ciento inferiores a los de los hombres pero la brecha salarial aumenta en términos absolutos para las mujeres que ganan más, dice el Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015 de la OIT.
5. Ser parte en los debates sobre aborto.
Podemos estar a favor o estar en contra. Podemos pedir su legalización o no. Pero lo que no podemos hacer es mantenernos callados y mucho menos, opinar sin saber del tema.
6. No consumir sus cuerpos.
La trata de personas es la captación, transporte, traslado, acogida y recepción de personas recurriendo a la amenaza o fuerza bruta o a otras formas de coacción como rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad.
Según el informe 2014 de las Naciones Unidas, los secuestros para trata y venta de personas, un 49% son mujeres y un 33% personas menores. En su mayoría son utilizadas para explotación sexual.
En Argentina desde 2008, con la sanción de la Ley de Prevención y Sanción de Trata de Personas hasta el día de hoy se llevan rescatadas casi diez mil víctimas.
7. Respetar su identidad sexual.
Una lesbiana no es una mujer que necesite de un hombre para “curarse”, ella es así y se le debe respetar. Todavía en muchos países del mundo se siguen practicando las“violaciones correctivas” en mujeres lesbianas con la intención de “curarlas”.
Una mujer trans, si se autopercibe así, se le respeta. Una persona trans que se autopercibe así, se le respeta.
8. Frenar la violencia doméstica.
La violencia doméstica es VIOLENCIA.
Ni “está bien”, ni “ella se la buscó”, ni “me dijo que es la última vez”.
Aunque la violencia doméstica comprenda a todos los géneros, la mayoría de los casos se da contra feminidades. Eso es violencia de género.
En Argentina entre 2012 y 2015 hubo 3705 casos. Y estos son los pocos casos que se denunciaron. Maleducamos a las feminidades a soportar, por miedo. Si hay violencia, no hay que dejarlas solas, hay que acompañarlas a denunciar y seguir adelante.
9. Detener las mutilación/ablación genital femenina.
Se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina en África y el Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá y los Estados Unidos, principalmente entre los inmigrantes procedentes de África y Asia sudoccidental.
10. Dejar de usar la palabra “mujer” como insulto y sinónimo de debilidad.
“No seas mujer” escuchamos varias veces para referirse a alguien débil. Esto es totalmente desagradable, crea falsos estereotipos. Ya quisiéramos ver a los “fuertes” hombres pariendo, por ejemplo.
Ser mujer no es un insulto ni un sinónimo de debilidad, la historia es testigo de esto.
11. No seguir perpetuando estereotipos.
Decir que las mujeres son: superficiales, tontas, criticonas, malas amigas, etc. es continuar maleducando hasta hacerles pensar que son solamente eso.
12. Evitar hablar de “tareas de hombres” y “tareas de mujeres”.
Lavar los platos, ser juez/a, criar a los hijos, cocinar y más, ninguna de estas tareas tiene género. Lo hace quién guste y quién esté capacitado o capacitada. Tenemos que dejar de pensar que nuestra genitalidad o autopercepción de género nos condena a ciertas tareas y nos aleja de otras.
13. Brindarles igual acceso a la educación y la salud integral.
Educación:
En todo el mundo, el 80 por ciento de las mujeres adultas sabe leer, pero eso se compara con casi el 89 por ciento de los hombres, mientras que en los países menos desarrollados, solo el 51 por ciento de las mujeres sabe leer y escribir. Solo el 30 por ciento de las y los investigadores en ciencias del mundo son mujeres. Incluso cuando más mujeres se están matriculando en las universidades, muchas se detienen antes de llegar a los títulos avanzados.
Salud:
Los gastos de bolsillo en salud para las mujeres son entre 16% y 40% más altos que para los hombres.
Todos los días, 17 mujeres mueren durante el embarazo, parto o puerperio por cuestiones que podrían evitarse con sistemas de salud mejor organizados y accesibles. Las adolescentes representan una gran proporción de estas muertes y la razón se triplica para las mujeres indígenas.
14. Erradicar la violencia obstétrica.
La violencia obstétrica también es violencia de género.
Violencia obstétrica es negar información, practicar cesáreas innecesarias, inyectar fármacos cuando no corresponde, maltratar verbal y físicamente a las embarazadas antes, durante y después del parto. Está tipificada en la ley de Protección Integral a las mujeres (26.485), que a su vez cita la de parto humanizado (25.929), promulgada en Argentina en 2004 pero reglamentada recién en 2015.
15. Asumir que los estereotipos de “belleza” pueden llevarnos a desórdenes alimenticios.
La publicidad, el cine y tv y hasta los juguetes que consumimos marcan un tipo de cuerpo que no siempre es el propio. Cuerpos ficticios y “perfectos” que pueden ocasionar desórdenes alimenticios para quienes desean alcanzar esa figura utópica.
Este año Barbie, atendiendo a este tipo de situaciones, lanzó una línea de muñecas con otros cuerpos. Cuerpos comunes, como el propio.
16. Dejarlas decidir.
Los matrimonios precoces -forzados y arreglados- en niñas son comunes en África y Asia. Por motivos económicos o culturales las niñas son obligadas a casarse antes de los 18 años, muchas veces con adultos mucho mayores. Esto afecta su educación y su salud. Desde que son adoctrinadas para ser esposas sumisas hasta niñas que mueren por enfermedades de transmisión sexual (ETS) o embarazos para los que su cuerpo no está preparado.