Dudar está bien, pero dudar de todo sólo te hará perder el foco
- Pensar así es un gran error que hay que corregir de raíz
Un nuevo año está por empezar, así que aprovechemos esta inercia para acabar con 6 actitudes que no sólo nos cuestan dinero, también que no nos dejan alcanzar nuestro potencial:
1. Ser más atrevido. Quejándote y no haciendo nada las cosas no van a mejorar ni un poquito, y esa es una regla universal. Que tal si te propones para este Año Nuevo romper un poco con esto y empiezas a hacer todas esas pequeñas cosas, que por miedo, no te has atrevido a hacer aunque sabes que te darán no sólo mayores ingresos sino una mejor vida.
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2. Las dudas te persiguen. Dudar está bien, pero dudar de todo sólo te hará perder el foco de lo que quieres lograr. Si ya tienes una meta financiera, personal, laboral o de cualquier tipo. No dudes de tu capacidad ni de tus decisiones, investiga y procede a buen paso para que no te canses y al final no logres nada.
3. Eso de las metas no es para mí. Pensar así es un gran error que hay que corregir de raíz. Tener metas ayuda a enfocar nuestros esfuerzos, recursos, habilidades, deseos y hasta sueños. Sin este elemento, lo más seguro es que queramos todo y acabemos consiguiendo apenas o nada. Establece metas posibles (Medibles, con plazo y factibles) y verás como tu visión del mundo cambia.
4. Sigues soñando ganar la lotería. Si te la vas a ganar eso pasará, pero no puedes pasar toda la vida esperado a que suceda. Toma tu destino financiero ?no desde mañana, tiene que ser desde hoy? para que si ese golpe de suerte llega sea un extra y no la salida que esperas.
5. Pensar que puedes solo. Ninguno de nosotros tiene todas las respuestas, por eso debemos acudir con las personas adecuadas que nos ayuden a hacernos el camino un poco más fácil. Así que en lugar sufrir todo tipo de tropiezos y decepciones que al final te llevarán a tirar la toalla, qué tal si mejor te acercas a alguien que ya haya pasado por ahí para que te oriente.
6. No lo merezco. Y la última, quítate esa idea de que no mereces algo. Desde que te vaya bien, ganar más en tu trabajo, el viaje de tus sueños, la casa que añoras? ¡Claro que lo mereces! La pregunta que te dejamos para reflexionar es: ¿qué estás haciendo para que pase?
Fuente: Economía hoy