Los padres tienen que estar presentes en cada momento clave de la vida de sus hijos para que éstos sean conscientes de su crecimiento tanto a nivel físico como mental. Te contamos de qué manera afecta la figura paternal en un niño.
Los padres tienen que estar presentes en cada momento clave de la vida de sus hijos para que éstos sean conscientes de su crecimiento tanto a nivel físico como mental. Es importante no faltar a ningún evento importante, (sobre todo, que sea importante para él) como su cumpleaños, llevarle a la final del equipo de fútbol donde juega, acompañarle en la función de fin de curso… Si compartes tiempo junto a él, en su día le das una charla sobre sexo y además, practicáis actividades juntos en gran medida estarás cumpliendo con tu papel como padre con tu hijo varón.
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Una relación que se materniza
Hoy, los padres se implican más en la educación y se encargan de sus hijos de manera que ya no es una tarea exclusiva de las madres. Sin embargo, ahora les bañan, les miman, les leen cuentos, les llevan a la guardería… En resumen, ¡se ocupan de ellos como verdaderos papás canguro! Y es que los padres asumen cada vez más su paternidad, son más atentos, receptivos, interesados en su hijo y pasan mucho más tiempo con ellos.
Una relación de autoridad
El padre es aquél que dicta las reglas, los límites, y que sirve de referente a su hijo. No duda, por otro lado, en utilizar esta autoridad sobre todo cuando el niño no escucha lo que puede conllevar que el niño comience a «odiar» a su padre. ¡Pero esto significa justamente que tu marido cumple a la perfección con su papel de padre! Símbolo de potencia y de autoridad, el hijo admira a su padre cuando está delante, y es su modelo por excelencia.
Aunque a veces cueste que se establezca el diálogo entre padre e hijo, una vez iniciado puede dar lugar a una relación de complicidad y de ternura sin grandes dificultades por lo que la imagen del padre autoritario y distante desaparecerá.
Una relación de complicidad y de pudor
Jugar con el pequeño y dedicarle tiempo es una forma de que el padre le demuestre su amor. Algunos hombres tienen dificultad para decir las cosas o pronunciar palabras cariñosas por eso, comparten actividades, juegos o momentos de complicidad para demostrarle a su hijo su amor.
Una relación de rivalidad
El sentimiento de rivalidad aparece hacia la edad de tres años: es el complejo de Edipo definido por Sigmund Freud. El niño tiene la equivocada impresión de que papá se quiere apropiar de mamá y esto le impide tenerla toda para él. Lo considera como a un verdadero rival y entra en competición con su padre para apartarlo y ganarse el corazón de su madre. El hijo quiere apropiarse de la potencia y las aptitudes de su padre, en otras palabas, pretende incluso rebasarle y esto puede hacer que se llegue a oponer a él en todos los ámbitos en los que el niños destaque.
Sea más cercana o más distante la relación padre e hijo, lo que es seguro es que con la paternidad también le cambia la vida a los papás. Os dejamos con algunas de las frases más bonitas de papás para bebés.
FUENTE: EN FEMENINO