A través de la alimentación podemos incorporar todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar. Son principalmente los alimentos de origen natural los que más se aconsejan detrás del objetivo de cuidar la salud y es por eso que las frutas, verduras y legumbres se destacan entre lo que debemos priorizar en nuestra dieta.
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Un fruto seco que no debe faltar
El Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación informa que los frutos secos contienen una gran cantidad de calorías por gramo, pero también tienen un alto valor nutricional. Además, precisa que las cantidades y tipos de nutrientes varían entre los distintos tipos de frutos secos, por lo que aconsejan un consumo moderado para aprovechar sus propiedades y evitar problemas.
Al respecto, uno de los frutos secos que se destacan es el pistacho que es rico en hidratos de carbono, grasa monoinsaturada (ácido oleico), fósforo, hierro, magnesio, potasio, tiamina y vitamina E, según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (España). Estos nutrientes tienen un impacto muy grande en la salud a nivel general.
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Un estudio de la Universidad de Tufts (Estados Unidos) señala que incluir pistachos en nuestra alimentación produce un gran impacto en la salud visual de las personas, pero además se han encontrado otros beneficios de estos frutos secos. Su contenido de vitamina E y zinc se encargan garantizar una buena salud del aparato reproductor, mientras que su aporte de vitamina A es importante para el cuidado de la piel.
Desde la Fundación Española de la Nutrición indican que el aporte de fósforo de estos frutos secos contribuye al mantenimiento de los huesos en condiciones normales, por lo que es otro de los beneficios que ofrece a nuestra salud.
FUENTE: EL UNIVERSAL