26 años después de su azaroso descubrimiento, la ciencia se ha pronunciado acerca de lo que hay en el interior de la misteriosa cueva de Bruniquel, en el sur de Francia, y la conclusión es sorprendente: se trataría de una construcción compleja, un trabajo arquitectónico de 175.000 años de antigüedad.
Esto implicaría que la obra fue realizada por neandertales, los únicos homínidos que habitaban aquella zona en dicha época, lo cual cambiaría por completo la historia oficial de esta especie ancestral.
Se trata de dos círculos hechos con fragmentos de estalagmitas, uno adentro del otro, el más grande de unos seis metros de ancho, alrededor de los cuales se amontonan pilas de piedras. Es, según el estudio publicado por la revista Nature, la construcción más antigua atribuida a una especie humana.
Este notable descubrimiento enseña que los neandertales se adentraban en las cuevas, y que eran capaces de realizar construcciones en sitios sin luz solar, lo que implica formas complejas de organización social impensadas; todo esto 45.000 años antes de la llegada de los Homo sapiens a Europa.
Ahora los investigadores intentan desentrañar el enigma acerca de su uso: ¿servía a funciones simbólicas o rituales, o a necesidades domésticas que desconocemos? Para el caso, ¿por qué fueron a construir a una cueva tan profunda?
Más allá de las posibles respuestas, queda claro que se trata de un descubrimiento que da lugar a una apasionante cantidad de preguntas.
Fuente: History Channel