Mira los alimentos que engañarán a las papilas
Alcachofas
Endulzan el agua
Una sustancia llamada cinarina contenida en la alcachofa se adhiere a los receptores de lo dulce en la lengua sin activarlos. Si después de comer alcachofas bebes agua, las moléculas de cinarina se desprenden de los receptores, lo que produce una sensación de dulzura.
Yogur
Le quita sabor al chocolate
El yogur tiene un pH ácido (4), y cuando los compuestos básicos del chocolate entran en contacto con él, se disuelven y pierden su sabor distintivo. La misma pérdida de sabor se produce si muerdes un chocolate después de comer yogur, aunque el pH de tu saliva atenúa un poco el efecto.
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Piñones
Dejan un sabor a metal
Algunas personas notan un fuerte sabor metálico en su boca entre 12 y 48 horas después de haber comido piñones. Aunque la causa de esto es incierta, la sensación les puede sobrevenir a quienes nunca han tenido una reacción adversa. No es una alergia ni tiene por causa el moho, y tampoco depende de la cantidad de piñones consumidos. El azúcar puede intensificar la sensación.
Sal
Aminora la acidez de la toronja
Tal vez te parezca poco apetecible, pero agregarle un poco de sal a la toronja la endulza. Esta fruta contiene tanto compuestos ácidos como compuestos dulces. La sal neutraliza los ácidos, y esto permite que los dulces resulten más perceptibles.
Vinagreta
No se lleva con el vino
La ensalada es difícil de maridar con vino porque las papilas gustativas se adaptan a la acidez de la vinagreta. Si comes ensalada, podrás percibir solamente una acidez de mayor concentración que la del aderezo. Muchos vinos dependen de un delicado equilibrio entre lo dulce y lo ácido, pero después de que tus papilas se adapten a la vinagreta, no percibirás más que el dulzor del vino.
Estevia
Deja un regusto amargo
Este edulcorante carente de calorías reacciona con las papilas gustativas de manera diferente a como lo hace el azúcar. Mientras que ésta estimula sólo a los receptores de lo dulce en la boca, la estevia activa también los receptores de lo amargo. Esto puede dejarte con un regusto amargo si le pones demasiada estevia a, digamos, una taza de café. Algunas personas parecen tener una propensión hereditaria a experimentar un regusto de larga duración.
Fuente: Selecciones