Hay algunos factores que facilitan el desarrollo de la enfermedad, te decimos cuáles
La llegada del hongo negro alertó a México con la muerte de Gregorio Avendaño, quien fue diagnosticado con Mucormicosis Rinocerebral, esto llamó la atención hacia el hongo, causante de esta enfermedad.
A pesar de que la Secretaría de Salud ha descartado un brote de este padecimiento y ha dejado en claro que una infección con hongo negro es muy rara, investigadores han detallado cómo funciona este organismo, dónde habita y por qué puede ser mortal para pacientes con covid-19, a demás el tipo de tratamiento utilizado para tratar la enfermedad provocada por el hongo negro.
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¿Qué es el hongo negro y cuál es la enfermedad que provoca?
Laura Castañón Olivares es investigadora de la Unidad de Micología del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, informó para un medio que, el nombre de hongo negro es incorrecto, pues la enfermedad se desarrolla a partir de organismos que son de coloración blanca o gris que parecen pelusas.
“Los casos de la enfermedad que ha surgido en la India en realidad son de una micosis llamada mucormicosis, la cual es causada no por hongos negros, sino por hongos del orden de los mucorales y, generalmente, del género Rhizopus. Al igual que otros mucorales, los hongos del género Rhizopus están formados por un micelio, es decir, por un conjunto de hifas o filamentos pluricelulares que adquieren la apariencia de una pelusa primero blanca y luego gris. Estos hongos crecen en alimentos (frutas, verduras –uvas, ciruelas, jitomates–, panes, tortillas…) en proceso de descomposición. Los hongos negros ocasionan otro tipo de infecciones”, explicó.
La especialista también detalló que este tipo de hongos forman parte del día a día de los humanos, están presentes en el ambiente, pero que hay algunos factores que facilitan el desarrollo de la mucromicosis, enfermedad que fue llamada hongo negro.
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Los hongos mucorales normalmente no hacen daño a los humanos, son hongos inocuos con los que convivimos todos los días y para que se vuelvan patógenos es muy difícil. Es eso que la mucormicosis es común en pacientes diabéticos descompensados, quiere decir, que no tiene sus niveles de glucosa dentro de los parámetros aceptables. Curiosamente este pudo ser el caso de Gregorio, quien había sido diagnosticado con diabetes desde hace nueve años.
“Los hongos del género Rhizopus y otros mucorales tienen una fuerte carga enzimática que les ayuda a alimentarse de estos cuerpos cetónicos, destruir todo lo que van encontrando a su paso: hueso, cartílago, músculo…, y, así, ocasionar las lesiones necróticas tan características de la mucormicosis”, señala la doctora Laura C.
¿En dónde se encuentra el hongo que causa la mucromicosis y cómo me puedo infectar?
Los hongos Rhizopus son anemófilos, esto quiere decir que sus esporas llegan a estar en el aire, pero también pueden estar en el suelo. Al estar el aire o el suelo no son visibles a simple vista. Estos hongos únicamente pueden ser vistos cuando crecen sobre comida en estado de descomposición. La vía más común para infectarse con ellos es la respiratoria.
“Cuando inhalamos un hongo del género Rhizopus u otro mucoral del aire o, por ejemplo, de una fruta contaminada antes de que nos la comamos, penetra en nuestro organismo por la nariz y, si nuestras defensas inmunológicas están bajas y no pueden eliminarlo, coloniza los senos paranasales y, con sus enzimas, entra en el torrente sanguíneo, se esparce y destruye tejidos suaves y hueso”, explica la doctora Laura C.
” Además, sus hifas pueden formar pequeños émbolos, taponar los vasos sanguíneos y, de esta manera, impedir la irrigación de los tejidos y propiciar su necrosis. Lo más habitual es que el hongo afecte el área orbital de la cara; en casos avanzados invade la zona cerebral y da lugar a una mucormicosis rino-cerebral o cráneo-facial”, agregó la experta.
¿Cuál es el tratamiento?
De acuerdo con la doctora Laura Castañón, “Para tratar la mucormicosis se utiliza anfotericina B, un antifúngico muy efectivo que debe ser administrado bajo la supervisión de un médico, ya que puede ser tóxico para el riñón y el hígado”.
Comúnmente las lesiones por mucormicosis afectan la cara y entonces se tiene que recurrir a una debridación (proceso quirúrgico para limpiar una herida abierta mediante la extirpación de tejido muerto) y a injertos de piel. Y en ocasiones es necesaria la extracción del globo ocular.
“La mucormicosis, como otras micosis, tiene una morbilidad baja, pero una letalidad alta. Y como su morbilidad es baja, las autoridades sanitarias no nos incluyen a nosotros, los micólogos, en sus programas de vigilancia epidemiológica. Sin embargo, la situación actual en la India es un ejemplo de que la desatención de las micosis puede causar estragos”, explicó la experta.