Redacción Macronews por Renan Moguel.— La infertilidad en México es una realidad que impacta a un número considerable de parejas en todo el país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de 4.5 millones de parejas en México y alrededor de 3 mil en Quintana Roo enfrentan problemas de infertilidad.
Sin embargo, sólo el 53% de estas parejas en edad reproductiva ha consultado a un experto en el tema.
Según Deborah Cassis, especialista en Reproducción Asistida, la calidad de los óvulos de una mujer es fundamental para lograr un embarazo exitoso. Factores como la edad y condiciones médicas como la endometriosis y el síndrome de ovario poliquístico afectan la competencia ovocitaria, subrayando la importancia de considerar la edad biológica al tomar decisiones sobre el momento adecuado para el embarazo.
“Al nacer, las mujeres tenemos alrededor de 2 millones de ovocitos, pero al llegar a la menstruación, este número disminuye a unos 500 mil, debido a los procesos de selección natural. Cada mes, perdemos alrededor de 1,500 ovocitos, lo que significa que sólo utilizamos el 0.08% de esta reserva durante nuestra vida fértil. A partir de los 35 años, esta reserva disminuye significativamente en cantidad, mientras que la calidad de los ovocitos también se ve afectada, aumentando el riesgo de alteraciones genéticas”, subrayó la especialista.
Reconoció que, por tal motivo, es esencial personalizar los tratamientos, teniendo en cuenta la salud general y hormonal de la mujer antes de cualquier intervención.
La edad de los óvulos es un factor determinante, y se aconseja no retrasar la planificación familiar más de lo necesario. La crio preservación de óvulos, preferiblemente antes de los 35 años, funciona como una estrategia efectiva para preservar la fertilidad.
Existen diversas razones para preservar la fertilidad, que van desde decisiones personales hasta circunstancias de salud como el cáncer o procedimientos quirúrgicos.
La infertilidad, lejos de ser un obstáculo, puede considerarse como una oportunidad para explorar y aprovechar las diferentes alternativas de tratamiento disponibles. Al combinar el apoyo emocional con opciones de fertilidad personalizadas y un enfoque completo hacia la salud reproductiva, se pueden crear caminos hacia la realización del deseo de tener un bebé.