Hay muchos mitos sobre la diabetes que hacen que sea difícil para las personas entender esta enfermedad. Pero, hoy queremos sacarle el disfraz a estas mentiras que parecen verdades. Así que, ¡en marcha!
#1 La diabetes es mortal
Los diabéticos poseen casi el doble de probabilidades de sufrir ataques de corazón, así como otros problemas de salud. Ahora bien, no hay nada que la prevención no pueda mejorar: las personas que saben tener un buen control de su propia enfermedad podrán reducir sus riesgos y las malas consecuencias.
#2 El sobrepeso es el único factor de riesgo
El exceso de peso es un factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad, pero también hay otros: los antecedentes familiares, la etnia y la edad. Desafortunadamente, muchas personas no conocen estos últimos factores y piensan que el peso es lo único que incide en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Por otro lado, las personas con sobrepeso no tienen por qué desarrollar esta enfermedad y muchas personas que sí la padecen pueden tener un peso normal dentro de sus límites de IMC (Índice de Masa Corporal).
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#3 Comer demasiada azúcar causa diabetes
La diabetes de tipo 1 es causada por la genética y otros factores que poco tienen que ver con el azúcar.
Por su parte, la diabetes de tipo 2 es causada por factores genéticos combinados con un estilo de vida concreto. El exceso de peso aumenta el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 y una dieta alta en calorías contribuye al aumento de peso.
¿En conclusión? La ingesta de azúcar puede estar vinculada con el desarrollo de la diabetes, pero de forma indirecta.
#4 La dieta de los diabéticos es radicalmente diferente
Un plan de alimentación saludable para las personas con diabetes es muy similar a una dieta saludable para cualquier persona, y debe incluir fibra, proteínas, vitaminas y grasas saludables. ¡Cuanto menos grasas perjudiciales, mejor!
#5 Los diabéticos no pueden comer dulces
Si llevan una dieta balanceada y realizan ejercicio de forma regular, el consumo moderado y esporádico de dulces no debería ser un problema. La clave, entonces, es que los dulces representen una porción muy pequeña de la dieta y solo se consuman en ocasiones especiales. En otras palabras, ¡nada de comer dulces todos los días!
Fuente: IMujer