La vitamina A
La vitamina A es importante para los ojos y el sistema inmunológico. Se encuentra en la leche, huevos, hígado, naranjas y frutas rojas, aceite de palma y hortalizas de hoja. La deficiencia en vitamina A puede originar ceguera nocturna y diarrea.
Un síntoma de que una persona carece de vitamina B es cuando su salud se altera o se disminuye poco a poco. Esto se debe principalmente porque la vitamina B es responsable de tantas actividades en el sistema como la transmisión de los nervios, la diferenciación celular, el ritmo cardíaco del pulso, la digestión, la contracción muscular, la función del cerebro, la producción de energía a través de los procesos.
Alguien que carece de vitamina B puede experimentar uno o más de los siguientes síntomas:
Incapacidad para concentrarse, se irritan con facilidad
- Agotamiento crónico
- Episodios de llanto
- Insomnio
- Indigestión
- Arritmias cardíacas
- Nerviosismo
- Paranoia y miedo de que algo terrible va a suceder
- Erupciones
- Dolor
- Depresión
- Hormigueo en los dedos de manos y pies
Cuando las deficiencias de vitamina B se convierta en crónica, hay efectos secundarios que incluyen problemas con las glándulas suprarrenales.
La vitamina C
La falta de vitamina C puede ocasionar escorbuto. En los adultos, la falta o deficiencia tiene su origen en una dieta baja de vitamina C.
El embarazo, la cirugía, la lactancia materna y quemaduras también pueden aumentar las necesidades del organismo en esta vitamina, así. Fumar aumenta la deficiencia de vitamina C entre 30 a 50%.
No son raros los casos de escorbuto en los niños, pero esto sucede porque la leche materna que se les suministra no tiene suficiente vitamina C para mantenerlos. Hay también los preparados para lactantes están fortificados con vitaminas.
Para los adultos, una dieta con bajo contenido de vitamina C durante unos meses puede provocar hemorragia en las encías, debajo de la piel (concretamente los folículos del pelo que aparecen como hematomas) y a través de las articulaciones.
Los síntomas de deficiencia de vitamina C para los niños incluyen dolor durante el movimiento, pérdida de apetito e irritabilidad, además de retraso del crecimiento óseo, anemia y sangrado también pueden ocurrir.
El escorbuto se diagnostica en función de los síntomas de la persona. Pruebas de sangre sólo detectan niveles bajos de vitamina C. El tratamiento para el escorbuto es la ingesta diaria de suplementos de vitamina C. Este es también el mismo tratamiento para quienes sufren de anemia.
La vitamina D
La deficiencia en vitamina D tiene sus raíces en la exposición inadecuada a la luz del sol. Los trastornos límite de la absorción de los nutrientes en el cuerpo no pueden fijar los metabolitos.
Su falta afecta también la mineralización ósea haciendo los huesos más débiles. En los niños puede presentarse raquitismo y en los adultos, osteomalacia, también contribuye a la osteoporosis.
El raquitismo es una enfermedad infantil que se define como el crecimiento impedido o deformidad de los huesos. La osteomalacia es un trastorno en el que los huesos se vuelven más delgados y se presenta en adultos. El músculo se debilita y los huesos se vuelven frágiles. La osteoporosis es la condición donde se reduce la densidad mineral ósea y torna los huesos más frágiles.
El raquitismo es un problema de salud importante en los Estados Unidos. Esta es la razón por qué los estadounidenses se les anima a beber leche. De hecho, muchas celebridades, atletas e iconos políticos han prestado sus servicios en el ‘Got Milk’, anuncio para aumentar el consumo de leche.
La falta de vitamina D también está asociada a la susceptibilidad a otras enfermedades como la tuberculosis, el cáncer, la hipertensión arterial, la esclerosis, el dolor crónico, la enfermedad periodontal, el trastorno afectivo estacional, la depresión y la esquizofrenia.
Por lo tanto, la mejor manera para evitar estas dolencias, es asegurarse de que reciban la dosis necesaria de vitaminas A, B, C y D.
FUENTE: SALUD 180