La ciencia y las investigaciones para la salud siguen avanzando y día tras día buscan formas efectivas para salvar vidas y prevenir muertes a causa de enfermedades que hoy en día son incurables y suelen ser detectadas cuando están en una fase muy avanzada y ya queda muy poco por hacer.
Una de estas enfermedades es el cáncer, el cual puede desarrollarse en prácticamente todas las partes y órganos del cuerpo y las investigaciones han demostrado que cada una de ellas tiene formas de desarrollarse distintas, por lo cual los tratamientos y diagnósticos son variados.
Durante años, el equipo del Centro de Cáncer de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, encabezado por el neumólogo Avrum Spira ha trabajado en el estudio de traslación del cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar crónica (EPOC) con el objetivo de desarrollar nuevos diagnósticos terapéuticos que puedan afectar directamente la atención clínica.
El último análisis de estas investigaciones determinó que, para detectar este tipo de cáncer, la expresión genética en las células de la nariz pueden ser utilizadas como un biomarcador.
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“El 85 por ciento de los fumadores nunca desarrolla cáncer de pulmón y el 90 por ciento de los tumores de este tipo se da en gente que fuma”, explicó Spira en un texto publicado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. “Esto quiere decir que hay gente predispuesta genéticamente a la enfermedad; cuando se fuma, o se inhala aire contaminado, las primeras células en el cuerpo que responden son las epiteliales, que recubren el interior de la boca, la nariz y las vías respiratorias”.
Con este estudio, los investigadores intentaron validar un biomarcador epitelial de genes en los bronquios para detectar el cáncer de pulmón en fumadores y exfumadores; debido a que los bronquios y los genes nasales se alteran de manera similar por la exposición al humo del cigarrillo, trataron de determinar si la expresión de genes asociados con el cáncer también podría ser detectable en el epitelio nasal.
*Vía: SinEmbargo.
“Hoy en día la única manera de detención precoz se realiza mediante radiografías de tórax. Este tipo de hallazgos son sumamente probables pero requieren siempre de mayor análisis”, comentó el investigador. “Por otro lado resulta fundamental ver los costos que puede llegar a causar este tipo de implementación mediante análisis genómicos”.
Los resultados fueron satisfactorios y se podría tratar de una clara posibilidad de detectar esta mortal patología con una simple muestra de ADN del interior de la nariz con un bastoncillo. Esto permitirá distinguir qué pacientes con marcadores de riesgo deben hacerse una biopsia y cuáles no.
FUENTE: CULTUTA COLECTIVA
