Los productos están diseñados para que se conserven por mucho tiempo en los estantes.
A principios de mes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dio a conocer un estudio sobre el consumo de alimentos procesados, en que se revela que México es uno de los 13 países de América Latina que entre el 2000 y 2013, aumentó 26.7% la ingesta de estos productos.
El informe detalle que comer alimentos ultra-procesados está vinculado con el aumento de peso corporal, siendo nuestro país y Chile, las naciones donde la población tuvo una media de masa corporal mayor a los demás.
Un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), evidencia que32.8% de los mexicanos padece obesidad, por encima de Estados Unidos, con 31.8%.
Al respecto, Caribe Revilla, presidenta del Colegio de Nutriólogos del Estado, manifestó que en vista de esta situación, los agremiados están organizando diversas actividades como jornadas académicas y talleres dirigidos a maestros y padres.
“No todo está perdido, si trabajamos en dar información científica para ayudar a los especialistas a tomar mejores decisiones en cuanto al manejo de alimentos, y a su vez, damos a la población las herramientas necesarias para salir del problema del síndrome metabólico; lograríamos bajar esta incidencia”, indicó.
Charlas sobre mitos en alimentación en el niño escolar, dirigida a escuelas públicas y privadas, son un gran apoyo para enseñar a comer y saber que sí es posible incluir en una dieta sana, sin necesidad de pasar hambre.
“Es importante no olvidar que la responsabilidad es individual, cada adulto, como proveedor, tienen que tomar conciencia de la importancia de una buena nutrición, para tener calidad de vida”, acotó.
La OPS recalca que los alimentos procesados están diseñados para que se conserven por mucho tiempo en los estantes y generan deseos de consumo que llegan a dominar los mecanismos innatos de control del apetito, por lo que resultan adictivos.
Finalmente, el informe recomienda a gobiernos, comunidad científica y organizaciones de la sociedad civil, apoyen e implementen políticas para proteger y promover la elección de alimentos saludables.
Fuente: Sipse