Lipedema: la enfermedad oculta que afecta a millones de mujeres
A pesar de ser una enfermedad común, es una de las patologías más infradiagnosticadas, ya que muchas veces se suele confundir con obesidad y celulitis. Sin embargo, el lipedema no tiene ninguna relación con estas, puesto que es un padecimiento que a largo plazo provoca un aumento anormal de grasa debajo de la piel, afectando de manera emocional, creando frustración y deteriorando el bienestar físico de las mujeres que lo padecen.
Aunque no hay una cifra oficial, ya que recién en 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como una enfermedad, científicos alemanes y españoles han calculado que a nivel mundial el 18% de las mujeres son afectadas por este padecimiento.
Causas
La Dra. Bernardette Rivas Gómez, especialista en Medicina Interna por parte de la Facultad de Medicina de la UNAM, indicó que el origen del lipedema no está del todo definido. “Podría ser genético, ya que se ha visto que en el 60% de los casos anteriormente se había presentado en algún familiar. También podría ser hormonal, puesto que se suele presentar en etapas donde hay cambios hormonales como la pubertad, el embarazo o la menopausia”.
Rivas Gómez explicó que el lipedema se genera cuando las células adiposas enfermas de las piernas van progresivamente aumentando de tamaño, dando lugar a una distribución específica de la grasa en estas extremidades. Esto va causando un padecimiento inflamatorio que suele confundirse con la ganancia de peso, pero “aquí hay un dolor tan fuerte que muchas veces puede ser incapacitante”. Aunque el lipedema afecta las extremidades inferiores, en el 30% de los casos también puede causar daños en los brazos.
Evolución
- En el grado I, se manifiesta en los glúteos y en los muslos; la piel se sigue sintiendo suave, pero se notan pequeños cúmulos de grasa.
- En el grado II, el tejido adiposo se extiende hasta las rodillas, sobre todo en la zona de la corva. Esto provoca un mal funcionamiento de la articulación de la pierna. La piel comienza a tornarse dura, puesto que por debajo se empieza a formar una capa de grasa compactada.
- En el grado III, la enfermedad avanza desde las caderas hasta los tobillos, donde se abomba la grasa. En esta fase, los nódulos de grasa ya son muy notorios. En esta etapa, además, el cuerpo se ve desproporcionado, ya que las extremidades inferiores son demasiado grandes en comparación con el tronco, las manos y los pies.
Síntomas
Si bien es complicado diagnosticar el lipedema en su primera fase, Rivas Gómez indicó que debemos tomar en cuenta estos síntomas:
- Desproporción del volumen de las piernas en relación con el tronco, las manos y los pies.
- Manchas azuladas o moretones en las piernas.
- La piel pasa de ser muy suave a dura.
- Sensación de pesadez en las piernas que provoca que cueste trabajo caminar.
- Dolor al presionar la zona afectada.
- Falta de movilidad (en casos muy avanzados).
- Las piernas no adelgazan a pesar de hacer ejercicio y/o dieta.
“Cuando se diagnostica el lipedema en fases tempranas, los resultados para contrarrestar sus efectos son mucho mejores que cuando ya está avanzado. Entonces, les pido a las mujeres que, cuando noten un cambio extraño en su cuerpo [como los anotados arriba], asistan al médico y no piensen que es una cuestión que se puede disminuir mediante el ejercicio. Hay muchas mujeres que, sin saberlo, padecen esta enfermedad y no reciben un diagnóstico y tratamiento adecuado”, advirtió.
Tratamiento
Hasta el momento no se cuenta con un método que revierta de manera completa el lipedema, pero hay tratamientos que ayudan a disminuir sus efectos. De acuerdo con Rivas Gómez, se dividen en dos grandes grupos: el médico y el quirúrgico.
Entre los tratamientos médicos están el drenaje linfático manual, los vendajes compresivos, la presoterapia neumática intermitente y las prendas compresivas de tejido plano. Estos logran disminuir en un 10% el volumen de hinchazón en las piernas.
Para complementar estos tratamientos debemos considerar una alimentación adecuada, de la cual hablaremos más adelante, y hacer ejercicio: se recomienda la natación u otro deporte acuático, debido a que las articulaciones no sufren tanto y el peso se siente más ligero.
El tratamiento quirúrgico se emplea en etapas avanzadas. Se trata de una liposucción segmentada (primero muslos, luego pantorrillas, luego tobillos) que respeta el drenaje linfático. Este procedimiento requiere el trabajo conjunto de distintos especialistas: un nutriólogo, un endocrinólogo, un cirujano plástico y un cirujano vascular. Después de la intervención quirúrgica, se requiere un programa de rehabilitación que mantenga la compresión en las áreas donde se realiza la liposucción.
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Alimentación
Como señalamos al principio de este artículo, el lipedema se puede confundir con la obesidad o la celulitis; por tanto, muchas mujeres que padecen esta enfermedad piensan que pueden solucionar el problema simplemente comiendo menos. Sin embargo, aunque la alimentación sí es un factor que contribuye a reducir los efectos del lipedema, Rivas Gómez aclaró que lo más importante es que la dieta sea balanceada, baja en carbohidratos, rica en proteínas y antiinflamatoria.
Esto es lo que se debe consumir:
- Frutas y verduras (preferentemente aquellas de color verde)
- Pescado
- Aceite de oliva (y evitar usar margarina)
- Té verde, ya que reduce la inflamación y promueve una mejor circulación
- Fibra y granos enteros
Lo que se debe reducir:
- Carnes rojas y pollo
Lo que se debe evitar:
- Bebidas alcohólicas
- Frutos secos y cacahuates
De cualquier forma, antes de hacer cualquier cambio en la alimentación, se sugiere asistir con un especialista en nutrición, con el fin de poder contar con una dieta personalizada y que tome en cuenta el historial médico.
Finalmente, Rivas Gómez indicó que es necesario generar conciencia sobre el lipedema y sus implicaciones en la vida de las personas que padecen esta condición. Asimismo, recordó que se requiere más investigación para mejorar su tratamiento.
Ideas destacadas:
- El lipedema es una enfermedad común, pero infradiagnosticada y a menudo confundida con obesidad y celulitis.
- Fue reconocida como enfermedad por la OMS en 2018, y se estima que afecta al 18% de las mujeres en todo el mundo.
- El origen del lipedema podría ser genético y hormonal, y afecta principalmente las extremidades inferiores.
- La enfermedad evoluciona en tres grados, afectando progresivamente las piernas y, en algunos casos, los brazos.
- El diagnóstico temprano es clave para mejorar los resultados del tratamiento.
- Los tratamientos incluyen métodos médicos y quirúrgicos, así como cambios en la alimentación y ejercicio adecuado.
- Es importante generar conciencia sobre el lipedema y continuar investigando para mejorar su tratamiento.
FUENTE: UNAM GLOBAL