Reemplazar la mantequilla por algunos aceites vegetales podría reducir el riesgo de mortalidad, estudio
La mantequilla ha sido la reina indiscutible de las cocinas durante siglos. Untada sobre pan recién horneado o derritiéndose sobre unas papas calientes, su sabor y textura la convierten en un placer culinario difícil de abandonar. Sin embargo, la ciencia tiene malas noticias: sustituir la mantequilla por aceites vegetales podría reducir el riesgo de mortalidad, según un estudio reciente.
El hallazgo proviene de una investigación publicada en la revista JAMA Internal Medicine, donde se analizaron los efectos de diferentes tipos de grasas en la mortalidad. Los resultados fueron claros: quienes reemplazaron las grasas saturadas de la mantequilla por aceites vegetales ricos en grasas insaturadas tuvieron una menor tasa de mortalidad.
¿Por qué algunos aceites vegetales son mejores que la mantequilla?
Durante años, la mantequilla fue demonizada por su alto contenido en grasas saturadas, las cuales pueden elevar los niveles de colesterol LDL («colesterol malo») y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, con la llegada de las dietas bajas en carbohidratos y la revalorización de las grasas naturales, la mantequilla recuperó popularidad.
El problema no es su origen natural, sino su composición. Según la American Heart Association, las grasas saturadas de la mantequilla pueden obstruir las arterias y favorecer la inflamación crónica, un factor de riesgo para infartos y derrames cerebrales. En cambio, los aceites vegetales como el de oliva o canola contienen grasas insaturadas, que ayudan a reducir el colesterol LDL y mejorar la salud cardiovascular.
Un cambio tan simple como sustituir la mantequilla por aceite vegetal en la cocina podría marcar la diferencia entre una vida más larga y una muerte prematura.

Qué es la mantequilla y qué peligros guarda
La mantequilla es básicamente grasa de leche batida. Se obtiene al separar la crema de la leche y batirla hasta que los glóbulos de grasa se agrupan, expulsando el suero. Su composición varía según la alimentación del ganado y el proceso de fabricación, pero en términos generales, contiene:
- 80% de grasa, de la cual más del 50% es saturada.
- Colesterol, que puede contribuir a la formación de placas en las arterias.
- Pequeñas cantidades de vitaminas A y D, esenciales para la salud ósea y ocular.
El problema con la mantequilla no es su sabor ni su naturalidad, sino el impacto que puede tener en la salud cuando se consume en exceso. El consumo elevado de grasas saturadas está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
Pero hay un matiz importante: no todas las grasas saturadas son iguales. Algunos estudios han sugerido que la mantequilla podría no ser tan dañina como se creía en comparación con las grasas trans o los aceites vegetales hidrogenados. Sin embargo, la ciencia sigue apuntando a que sustituirla por aceites vegetales es la mejor opción para la longevidad.
¿Qué aceites vegetales son los mejores?
No todos los aceites vegetales son iguales. Mientras que algunos, como el aceite de oliva, están repletos de beneficios, otros, como los aceites ultraprocesados de palma o coco, pueden ser igual o más perjudiciales que la mantequilla debido a su alto contenido de grasas saturadas.
Los aceites más recomendados por los expertos incluyen:
- Aceite de oliva extra virgen: Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, protege el corazón y combate la inflamación.
- Aceite de canola: Alto contenido de omega-3 y bajo en grasas saturadas, ideal para cocinar.
- Aceite de linaza: Fuente vegetal de ácidos grasos omega-3, excelente para ensaladas y platos fríos.
- Aceite de aguacate: Similar al de oliva, con un alto punto de humeo, ideal para cocinar a altas temperaturas.
- Aceite de nuez: Rico en polifenoles y ácidos grasos esenciales, mejora la salud cerebral y cardiovascular.
El truco está en elegir aceites prensados en frío y evitar los refinados que han sido sometidos a procesos químicos que eliminan sus propiedades beneficiosas.
La mantequilla puede ser deliciosa, pero su impacto en la salud cardiovascular no es algo que deba tomarse a la ligera. Reemplazarla por aceites vegetales más saludables puede ser una decisión clave para una vida más larga y con menos riesgos de enfermedades.
FUENTE: SALUD 180