La miel no es el único producto que elaboran las abejas. También producen un compuesto, llamado propóleo, a partir de la savia obtenida de árboles con hojas de aguja o árboles de hoja perenne. Cuando combinan la savia con sus propias secreciones y cera de abeja, crean un producto pegajoso de color marrón verdoso que se utiliza como revestimiento y protección a la hora de construir sus colmenas. Esto es el propóleo o própolis.
La palabra «Propolis» viene del griego: «pro» significa «en frente de» y «polis» significa «ciudad». Literalmente, la palabra própolis significa «defensa de la ciudad» en este caso, de la colmena.
Inicialmente se pensó que el propóleo simplemente protegía la colmena de elementos climatológicos (por ejemplo, lluvia, vientos fríos, nieve). Pero este tipo de protección no es su único papel; adicionalmente, ayuda a reforzar la estructura y aporta estabilidad a la colmena, minimizando las vibraciones; asimismo, evita que las enfermedades y los parásitos infecten las colmenas.
USO HISTÓRICO
Hace miles de años, las civilizaciones antiguas usaban propóleos por sus propiedades medicinales. Los griegos lo usaban para tratar abscesos. Los asirios lo aplicaban sobre las heridas y los tumores para combatir las infecciones y ayudar al proceso de curación. Asimismo, los egipcios lo usaban para embalsamar momias.
COMPOSICIÓN
El contenido del propóleo varía de un tipo a otro, dependiendo de la ubicación geográfica, el tipo de abeja, tipos de árboles y flores cercanos a la colmena y la época del año. Por ejemplo, los propóleos de Europa no tienen la misma composición química que el propóleo de Brasil. Esto dificulta que los investigadores lleguen a conclusiones generales sobre sus beneficios para la salud.
Los investigadores han identificado más de 300 compuestos en los propóleos. La mayoría de los compuestos activos que contienen son formas de polifenoles, antioxidantes que previenen y combaten enfermedades y daños en el cuerpo.
¿CÓMO SE EXTRAE EL PROPÓLEO DE LA COLMENA?
Hay dos maneras principales de hacerlo:
- Raspando: los apicultores tienen una herramienta especialmente adaptada para raspar la colmena. Este método permite recolectar propóleo en una escala pequeña, y a menudo de baja calidad, que necesita ser limpiado para eliminar desechos y otras impurezas acumuladas en el proceso de raspado.
- La alternativa es el uso de rejillas previamente instaladas dentro de la colmena: las abejas no pueden resistirse a los espacios vacíos y los llenan con propóleo. Este método suele usarse en verano y tiene un rendimiento más alto y un grado más puro de propóleo, en comparación con el método de raspado.
BENEFICIOS
Los expertos consideran que el propóleo tiene propiedades antibacterianas, antivirales, antifúngicas y antiinflamatorias. Pero la investigación científica sobre el propóleo es aún limitada.
Protección frente a los gérmenes
- Actúa como un antimicrobiano natural, parece que en gran medida debido a las altas concentraciones de flavonoides, que brindan protección contra algunas bacterias, virus y hongos.
- El propóleo se ha usado tradicionalmente en los resfriados y la gripe, estando especialmente indicado para aliviar las molestias de garganta.
- También tiene propiedades antivirales, por ejemplo contra los herpes, y actúa como fungicida y, por ejemplo, es eficaz contra la Candida albicans.
Heridas
- Sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas hacen que el propóleo sea útil en la curación de heridas. Asimismo, parece apoyar el proceso de cicatrización.
Precauciones
- Si eres alérgico a la miel o las abejas, es muy probable que también reacciones a los productos que contienen propóleos
PRESENTACIONES
Hoy en día, el propóleo es un remedio natural que se encuentra en muchos tiendas de alimentos saludables en diferentes formas, para uso oral o tópico. Las formas tópicas incluyen cremas, ungüentos, lociones e incluso pastas de dientes y colutorios para enjuague bucal. El propóleo también se puede tomar por vía oral y se presenta en forma de comprimidos, extracto líquido, jarabe y cápsulas, así como en spray para la boca, nariz y garganta.
DOSIS DIARIA RECOMENDADA
No existe una dosis concreta recomendada, debido a que es necesaria más investigación. Se recomienda ajustarse a las pautas indicadas en el etiquetado del producto.
Las pautas básicas para su toma por vía oral, generalmente son:
- Gotas (10-15 gotas, 3 veces al día)
- Comprimidos/cápsulas: 1 comprimido (proporcionando 50 mg de propoleo) 3-6 veces al día. Habitualmente son comprimidos para disolver en la boca.
FUENTE: Con mucha gula