Uno de los números que más nos aterran en esta época de dietas es el Índice de Masa Corporal, que se calcula dividiendo el peso en kilos por el cuadrado de la altura en metros. Se trata de una medida grosera de la cantidad de grasa que poseemos en nuestro cuerpo y que en función de la cifra nuestro médico de cabecera nos dirá si estamos en la zona ideal (entre 18,5 y 24,9), tenemos sobrepeso (entre 25 y 29,9) o, por el contrario, somos obesos (por encima de 30). Comparados los datos de distintos años encontramos que noe hemos ido engordando a razón de 1,5 kg por década: en 2014 más de 640 millones de hombres y mujeres eran obesos comparados con los 105 millones de 1975.
Ahora bien, a la naturaleza le gusta enfrentarnos a situaciones que desafían nuestras presunciones médicas, y resulta que en el mismo periodo la esperanza de vida ha saltado de los 57 años en 1975 a más de 71 en 2014. Como comentó el epidemiólogo George Davey Smith de la Universidad de Bristol, «el mundo es a la vez más gordo y más sano».
Desde hace un tiempo muchos médicos están llamando la atención sobre el error que significa usar el IMC como factor predictivo de riesgo de tener problemas de salud, pues van apareciendo estudios que apuntan en sentido contrario a lo que se ha estado creyendo hasta ahora. Así, un estudio publicado en agosto de 2012 en la revista médica JAMA encontraba que, en pacientes con diabetes tipo 2, aquellos que estaban en su peso normal tenían más probabilidades de morir que aquellos que tenían sobrepeso o eran obesos. Por otro lado, un meta-análisis realizado en 2013 sobre 97 estudios publicados encontró que tener sobrepeso implicaba un menor riesgo a morir que si se tenía un IMC normal.
El estudio danés publicado el pasado 10 de mayo, que ha seguido a más de 100.000 adultos de Copenhague durante 15 años, abunda en este dato: el IMC más sano se encuentra en torno a 27. Pero, cuidado, esto no significa que puedas comer todo lo que quieras. Lo que indicaes que aquellos un poquito gorditos no deben temer por su salud, como se ha estado diciendo con machacona insistencia durante los últimos años.
Fuente: MuyInteresante