Por esa razón, es importante tener en cuenta un par de aspectos para evitar este inconveniente.
Si tu sillín está muy alto o muy bajo es posible que produzca dolor.
La mejor forma de ubicar el sillín es poner la planta del pie sobre el pedal y empujarlo hasta que esté en la parte baja (como si estuviera indicando las seis horas en un reloj de manecillas) y en esa posición se debe producir una leve inclinación de la rodilla.
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Acto seguido es comprar, en la medida que se pueda, pantalones de ciclista adecuados. Muchos tienen una zona de protección para amortiguar la presión del sillín en el cuerpo. La recomendación es ante todo evitar utilizar ropa interior de algodón.
Otro factor es tratar de no pedalear siempre sentado. Es importante intentar levantarse de la silla de vez en cuando y avanzar con la bicicleta para darle descanso a la zona que se apoya en el sillín.
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La forma y composición del sillín también es clave, pero aquí no existe un consejo estándar que se pueda aplicar a todos. La única recomendación es buscar el que más se adecúe a los huesos de la cadera o pedir consejos a un especialista.
Cómo evitar los pinchazos
Uno de los puntos débiles de salir a montar bicicleta son los neumáticos, porque a diferencia de otros vehículos, como la motocicleta o los autos, no se puede cargar con una llanta de reserva, por lo que un pinchazo puede arruinar cualquier intento de montarse en una de ella.
Primero hay que escoger los neumáticos adecuados. Algunas personas prefieren las llantas ultralivianas para ganar algunos minutos en el camino al trabajo cada mañana, pero lo cierto es que la recomendación es buscar aquellas que sean más resistentes a los pinchazos.
La tecnología más conocida es el refuerzo con Kevlar, pero la mayoría de estas llantas tienen una indicación al costado que específica claramente para qué tipo de uso se recomienda.
También es necesario revisar cada tanto si algún clavo o vidrio se han incrustado allí antes de que causen un verdadero daño.
Otro aspecto fundamental es la presión de las gomas. Muchas veces cuando va un poco desinflada es favorable para que se produzcan pinchazos debido al roce del neumático con el metal de la llanta.
Pero, si por el contrario va muy inflada, es propensa a sufrir cortes y desinflarse debido a los vidrios y otros restos puntiagudos que hay en la calle.
Por eso, otro consejo importante es llevar siempre las llantas en la presión adecuada.
Muchas veces a pesar de tomar todas las precauciones, es inevitable quedarse en medio de la carretera con una llanta perforada.
Por eso es importante siempre cargar los llamados parches y un buen inflador, que sirven para reparar la bicicleta de forma temporal hasta llevarla al taller.
( Fuente BBC)