Trastornos del estado de ánimo, entre los que destaca la ansiedad, son sufridos por una de cada cinco mujeres durante su embarazo o su maternidad y alrededor del 75% de ellas no se diagnostican.
En el marco de la Jornada de Salud Mental Perinatal, que hoy viernes acoge el Hospital Universitario Dexeus, la doctora Gracia Lasheras, que dirige la Unidad de Salud Mental Perinatal y Reproductiva de este hospital, ha advertido que una de cada cinco mujeres padece algún tipo de trastorno del estado de ánimo o de ansiedad durante su embarazo o su maternidad y alrededor del 75% de ellas no se diagnostican.
El objetivo de la jornada dedicada a la salud mental perinatal consiste en abordar la problemática de estos trastornos del estado de ánimo durante la gestación y la maternidad. La salud mental perinatal se encarga de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales maternos durante el período preconcepcional, el embarazo, la lactancia y el puerperio, así como también de la salud mental del recién nacido y la calidad del vínculo madre-hijo.
Más riesgo en el posparto
Es importante destacar que los trastornos mentales perinatales, aunque afectan principalmente a la mamá y al bebé, también tienen consecuencias en la pareja y el resto de la familia si, por ejemplo, hay más hijos u otras personas al cuidado. «El embarazo no es un estado protector para la salud mental de la mujer y el pospartosupone una época de más riesgo» advierte la doctora Lasheras.
«Numerosos estudios científicos ponen de manifiesto que las madres de todo el mundo pueden experimentar, durante su embarazo o después del parto, ansiedad, depresión, psicosis, obsesiones, anorexia o cualquier tipo de psicopatología independientemente de su edad, país de origen, cultura o nivel económico», ha añadido. Lo más grave de la situación es que la mayoría de mujeres que padecen estos trastornos, alrededor de un 75%, no son diagnosoticadas ni reciben tratamiento.
La importancia del diagnóstico
El principal problema para detectar y tratar a las mujeres que padecen trastornos mentales durante el embarazo y el posparto es el estigma que existe alrededor de estas enfermedades. Algo que no debería ser así, pues si estas patologías no se tratan interfieren en la buena evolución de la gestación, conllevan una vivencia estresante del embarazo, del parto y del posparto y generan un alto nivel de sufrimiento, además de dificultar tanto la lactancia como la vinculación afectiva entre la mamá y el bebé.
«Hoy en día sabemos que un vínculo sensible y seguro de la madre con el bebé es necesario para el buen desarrollo físico, emocional y social del recién nacido y que la patología mental puede derivar en serias consecuencias no solo sobre la salud de la madre, sino también la del hijo o hija corto y largo plazo, que en ocasiones pueden ser muy graves», ha concluido Lasheras.
fuente: mi bebe y yo