Quizás te has preguntado alguna vez, ¿de dónde salieron los dragones, los unicornios y los hipogrifos del universo de Harry Potter?
Los monstruos y bestias míticas en la obra de J. K. Rowling trascienden el papel de construcción de un mundo fantástico: añaden profundidad simbólica y psicológica y nos recuerdan que estamos visitando un lugar mágico.
Y Rowling crea y colecciona animales fantásticos, poblando su universo con una mezcla de lo que se podría llamar «monstruos clásicos» (como trolls, centauros, o la gente del agua) y otros tomados del folclor (comobowtruckles, erklings), junto con sus propias invenciones (dementores).
Algunos de estos monstruos son mucho más conocidos que otros: los demonios del agua (grindylows) y boggarts, por ejemplo, tienen orígenes en el folclor celta e inglés, pero no son nombres familiares.
Pero la gran mayoría de los monstruos más queridos de Rowling han pasado del mundo antiguo al suyo, moderno y mágico.
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El fénix Fawkes
El fénix Fawkes no es sólo una bestia fantástica, capaz de autoregeneración, sino también una bestia histórica.
Sus colores -rojo y dorado- son los mismos de los fénix mencionados por Herodoto en sus historias del siglo V a. C. Herodoto es conocido como el «padre de la historia» aunque sus críticos lo llaman el «padre de la mentira».
Contaba lo que le relataban las personas que conocía en sus viajes, a menudo sin presentar pruebas.
En este caso, le dicen que los fénix viven en Egipto, por lo que transmite esta información a sus lectores. Él no ha visto la criatura, sino solamente cuadros de esta.
Incluso el historiador romano más crítico, Tácito, informa sobre un avistamiento de fénix, también en Egipto, durante el reinado del emperador Tiberio en el primer siglo d. C.
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Cerbero y Fluffly
Otro animal de Harry Potter que ha sufrido cambios en su naturaleza fantástica es el perro con varias cabezas.
Cerbero, que vigila la entrada al inframundo en los mitos griegos, es un perro de muchos talentos, pero sin un número fijo de cabezas.
El poeta Hesíodo consideró que era una bestia de 50 cabezas, y Píndaro fue aún más ambicioso, sugiriendo que tenía un centenar.
Sin embargo, Cerbero tiene algo en común con Fluffy, el perro de tres cabezas de la primera novela de Harry Potter: ambos se distraen con la música.
Cerbero es un perro exigente, y sólo la lira de un músico como Orfeo puede paralizarlo (como nos cuenta Virgilio en Las geórgicas).
Fluffy es más fácil, y puede ser tranquilizado con un simple arpa encantada.
En un guiño al mito de Cerbero, Rowling emplea a Fluffy como un perro guardián, tendido en lo alto de la trampilla que conduce a Harry, Ron y Hermione en su búsqueda de la piedra filosofal.
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Mitos globales
La piedra filosofal tiene sus raíces tanto en el mito como en la historia: el amigo de Dumbledore y el inventor de la piedra, Nicolas Flamel, fue un auténtico escriba que vivió en París en el siglo XIV.
Muchos años después de la muerte de Flamel, se decía que había descubierto el secreto de la vida eterna: escritores posteriores le atribuyeron habilidades alquímicas, pero no hay evidencia que sugiera que realmente las poseía.
Incluso los dragones -que tienen similares historias míticas en Europa y Asia, como Rowling refleja con el hocico más corto y los ojos protuberantes de su dragón de bola de fuego chino- toman su nombre de la palabra griega drakon.
Y el basilisco que mora dentro de la Cámara de los Secretos también ha tomado su nombre del griego: una forma diminuta, que significa «pequeño rey».
Rowling mantuvo la parte del mito del basilisco que lo hace capaz de destruir todo lo que halla en su camino con su fuerza tóxica.
Quizás los monstruos más enigmáticos de Hogwarts son los centauros que viven en el Bosque Prohibido.
Parecen ser descendientes directos de los centauros que se creía habían vivido en el Monte Pelión en Tesalia, en el centro de Grecia.
Los centauros de Rowling también preferían un hogar boscoso, aunque tenían una reputación de comportamiento lascivo que el noble Firenze y sus compañeros han evitado.
Firenze mismo, con su pasión por la astrología y la educación, debe algo al célebre centauro Quirón, que fue maestro de Aquiles, Teseo y otros héroes griegos, y que también era un astrólogo de renombre.
[smartads]
Magia y metáfora
Las bestias compuestas de dos especies -centauros, gente de mar- son una parte común del folclor. Sin embargo, a veces se mezclan especies más complejas.
El hipogrifo es una creación relativamente moderna, que se remonta a un poema italiano de principios del siglo XVI. Pero la combinación de grifo (en sí una mezcla de águila y un león) y el caballo se predice siglos anteriores.
En sus Églogas, Virgilio describe una escena en la que ya no se aplican todas las reglas habituales: los grifos se aparean con las yeguas, dice, y los ciervos temerosos beberán junto a los perros.
La existencia misma de un hipogrifo se presenta como una imposibilidad, no por su naturaleza fantástica, sino por la bien conocida animosidad (al menos para el público de Virgilio) que existía entre caballos y grifos.
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Los que no son iguales
Es interesante examinar los monstruos y bestias que Rowling no ha utilizado, sobre todo los sátiros y las ninfas que pueblan tantos mitos griegos.
El mundo de Harry -quizás sorprendentemente por estar lleno de adolescentes- está en gran parte desprovisto de sexo: hay algunos besos, pero está ausente la depredación que los sátiros representan.
Incluso la que comparte un nombre con las ninfas griegas pasivas, Nymphadora Tonks, tiene poco que ver con ellas, aparte de la capacidad de cambiar la apariencia (y generalmente cuando esto le sucede a una ninfa es porque está tratando de evitar a un sátiro lujurioso, en lugar de para luchar contra el mal).
«El mundo de Harry está en gran parte desprovisto de sexo: hay algunos besos, pero está ausente la depredación que los sátiros representan»
Los elfos de Rowling son un claro recordatorio de la esclavitud y la servidumbre. Del mismo modo, los centauros y los gigantes sufren bajo la dominación de la profesora Dolores Umbridge de Hogwarts, ya que se consideran menos que humanos.
Y aunque dragones y basiliscos ponen a Harry ya sus amigos en peligro físico, las criaturas más espeluznantes en el universo de Potter son los dementores, inventados por Rowling.
Estos pueden tener cierta similitud física con los espectros, y los Jinetes Negros en El Señor de los Anillos, pero el daño psicológico y emocional que causan les es propio.
Rowling los ha vinculado con su propia experiencia de la depresión, recordándonos (si tales recordatorios fueran necesarios) que los monstruos más oscuros que la mayoría de nosotros enfrentaremos están en nuestras propias mentes.
FUENTE: BBC MUNDO