La espera de los seguidores está a punto de terminar. Esta noche, cuando el miércoles llegue a su fin y el reloj marque el primer minuto del jueves 17 de diciembre, las pantallas cinematográficas del país proyectarán Star Wars: Episodio VII – El despertar de la fuerza (The Force Awakens), que como dicta la tradición instaurada por su creador George Lucas en 1977, estará acompañada por el interludio de la saga creado por John Williams.
El furor se extenderá poco a poco al resto del mundo —en Estados Unidos se estrenará en el primer minuto del viernes, en lo que será el climax del regreso a la cartelera del fenómeno cinematográfico más exitoso e influyente de todos los tiempos, que lanzará su entrega número siete, y la primera en la que Lucas no está involucrado de manera creativa.
En la primeravera de 2012, a siete años del estreno del Episiodio III – La revancha de los Sith, y a 32 años de El regreso del Jedi, el cineasta originario del poblado de Modesto, en California, comenzó a pensar en la idea de llevar la saga a los “capítulos finales” que siempre imaginó.
“George habló con Mark (Hamil), Harrison (Ford) y Carrie (Fisher) y todos los involucrados, que estaban muy emocionados ante la posbilidad de retomar Star Wars”, relata en entrevista Kathleen Kennedy, presidenta de Lucasfilm.
Pero George Lucas tenía un plan adicional en su mente: quería retirarse y eso implicaba vender la compañía.
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“Él me confesó que durante toda su vida pensó que si algún día vendería la compañía, lo haría a Walt Disney Company, porque sabía que ellos le cuidarían la franquicia como ninguna otra”, continúa la también productora de la nueva entrega, quien comenzó a preparar el nuevo episodio.
“Lo que sucedió fue una bifurcación del proyecto: por un lado me sumergía en el mundo de George y aterrizábamos muchas de sus ideas mientras preparábamos el nuevo proyecto y, por el otro, él comenzó a negociar con Disney.”
Como resultado de esa negociación, dicho estudio adquirió la totalidad de la franquicia de Star Wars por un monto total de cuatro mil 50 millones de dólares, en un anuncio que el 30 de octubre de 2012 cimbró a la industria del entretenimiento y, por supuesto, a los fans alrededor del planeta, quienes sabían que nuevas películas estaban por nacer.
Fue entonces que por primera ocasión desde que se le ocurrió el universo de Star Wars, mientras estudiaba cine en la Universidad del Sur de California, que Lucas se hizo a un lado y dejó a Kennedy al frente de la compañía.
En ese momento se integraron los guionistas Lawrence Kasdan y Michael Arndt y, por supuesto, el director J.J. Abrams (Star Trek, Lost y Super 8).
“Cuando llegué a Disney, ellos ya habían decidido que las películas siguientes no tomarían la dirección que George Lucas había decidido en sus borradores, así es que empezamos desde el principio.
“No puedo decir qué tan diferente es nuestra historia a la que planeó Lucas, pero puedo asegurar que el espíritu y la sensación de contar una historia nueva en un mundo tan similar como el de los Episodios IV, V y VI es algo que siempre quisimos. Larry (Kasdan) y Michael (Arndt)”, explicó Abrams la semana pasada en una entrevista con Peter Sciretta, editor del conocido portal de cine /Film (slashfilm.com).
La figura clave en el proceso fue Larry (Lawrence Kasdan), pues a principios de los 80 fue coguionista, junto con Lucas, de El imperio contraataca y El regreso del Jedi.
“Él creó algunos de los diálogos más espectaculares de Star Wars y fue un colaborador de ensueño y la persona idónea para tenerla a tu lado en esta trinchera”, continúa Abrams.
Pero el trabajo seguía ahí, frente a ellos, y había muchas preguntas por contestar: ¿Dónde nos encontraríamos ahora?, ¿qué sucedió con lo que quedaba del Imperio?, ¿dónde se encuentra la República ahora?, ¿qué ha sucedido con Han Solo, la Princesa Leia, Luke Skywalker y todos esos adorables personajes?
De la probables respuestas a todas esas preguntas se sabe muy poco, como que han pasado 30 años desde la caída del Imperio Galáctico, que fue derrotado por la Alianza Rebelde y que la Galaxia se encuentra todavía en guerra.
Aprovechando la inestabilidad del sistema político y las diferencias de las diversas corrientes republicanas, un misterioso guerrero, Kylo Ren (Adam Driver) sube al poder y amenaza la paz galáctica.
El siniestro Ren lidera la Primera Orden, una fuerza leal a la memoria de Lord Vader y Palpatine, surgida de las cenizas del Imperio Galáctico.
Su objetivo es crear un nuevo ejército y completar una nueva Estrella de la Muerte, ultrapotente, que ponga en peligro el equilibrio de La Fuerza.
El resto se mantiene, a pesar de la premier mundial de el lunes por la noche en Los Ángeles, en el más absoluto secretismo, para ser descubiertas por sus fanáticos a partir esta noche.
“No puedo esperar a que la gente vea la película. Llevamos cocinando esta sorpresa durante mucho tiempo y es hora de servirla”, agrega J.J. Abrams, quien tras el visto bueno a su película por parte de George Lucas, puede agradecer que La Fuerza también lo haya acompañado.
Lupita Nyong’o
Una pirata que ganó el Oscar
Después de ganar el Oscar en 2014 por su trabajo en 12 años de esclavitud (el primer filme en el que actuaba), Lupita Nyiong’o entró en pánico. Mientras los guiones se amontonaban en las oficinas de sus agentes, ella no sabía hacía donde dirigir una carrera que había comenzado como pocas: en la cumbre.
“Yo no me propuse ganar el Oscar, no sabía qué era lo que me iba pasar después del premio, porque no fue algo para lo que estuviera trabajando. Fue algo increíble y, para mucha gente, ese momento es la cumbre de su carrera, pero yo iba empezando. Fue algo muy confuso y con muchas dudas”, comparte en entrevista con Excélsior.
Pero su instinto le dictó el camino. “Tuve que encontrar paz y tranquilidad para pensar qué quería hacer con el resto de mi vida. Regresé a lo que era, a lo que hacía y a ser quien soy. También era muy importante buscar lo que me impulsa y lo que me mueve, y eso está en la actuación. Así es que simplemente seguí mi instinto.”
Tan inesperado como el Oscar, llegó el llamado de La Fuerza y Lupita fue invitada por J.J. Abrams para unirse a los Rebeldes.
“Estaba de vacaciones en Marruecos y J.J. me dijo que se trataba de un personaje animado, creado digitalmente a partir de la captura en movimiento y eso era algo completemente para mí.
“El proyecto me resultó perfecto: era algo diferente a 12 años de esclavitud, y me permitía interpretar un personaje que no está limitado por las circunstancias físicas de mi fisonomía y eso no se presenta muy a menudo.”
Maz Kanata, su rol en Star Wars, “es una pirata que ha tenido una vida larga, que es dueña de un bar y que tiene un pasado muy colorido.”
Daisy Ridley
Despierta el poder femenino
MADRID.— Hasta hace unos días, Daisy Ridley era una desconocida. Una británica de 23 años con un puñado de proyectos cuya vida cambiará con El despertar de la fuerza, en la que interpreta a Rey.
“J.J. (Abrams) me llamó cuando estaba en el teatro para contarme que era la elegida y fue muy raro porque tuve que volver a entrar a ver la segunda parte de la obra y no pude decirle a nadie lo que me había pasado. No pude decírselo a nadie en tres meses”, narra Ridley.
Las primeras en enterarse fueron su madre y su hermana, a quienes les costó procesar la noticia, y su padre, a quien se lo contó mientras dormía. Ocultarle a la familia y a sus amigos por qué se entrenaba de repente con tanta intensidad fue una de las experiencias más extrañas para la actriz. “Entrené durante tres meses cinco horas al día. Es extraño cuando no puedes contarle a tu gente lo que estás haciendo. Ellos te preguntan a qué te dedicas y tú sólo puedes responder que estás yendo al gimnasio.”
Sobre cómo veía la saga galáctica antes de saber de su papel, Ridley también se sincera: le era tan familiar como “un primo lejano”.
Aunque reconoce que sus conocimientos sobre Star Wars eran limitados, también cree que conocía mucho más de lo que ella pensaba. “Al final es cultura popular. Conoces la historia casi inconscientemente”, afirma.
Ridley asegura que Abrams nunca le explicó por qué la eligió para el papel, y dice sentir presión ante el desafío, pero no la que cree que soporta el director. “Él sí que tiene las ilusiones de millones de fans en sus manos. Mis primeras audiciones fueron horribles. Me encontraba fatal y sentía que algo no iba bien. Tuve muchísimas dudas”, afirma la actriz.
Osar Isaac
Un latino muy “rebelde”
Oscar Isaac, nacido en Guatemala y criado en Miami, se convirtirá en el primer actor latinoamericano en interpretar un personaje protagónico en la saga de Star Wars, camino que ya recorre el mexicano Diego Luna en el spin off Rogue One y el puertorriqueño Benicio del Toro, anunciado para “prestar sus malévolos ojos” al villano del Episodio VIII.
“Todo eso se lo debemos a Kathleen Kennedy (presidenta de Lucasfilm y productora de las nuevas entregas de la saga). Ella, con su magia y su fuerza, está abriendo el universo con la intención de reflejar la diversidad de un mundo como en el que estamos viviendo.”
En entrevista con Excélsior, Isaac recordó que la primera película que vio en el cine fue El regreso del Jedi (1983), tras lo cual su cabeza “explotó”.
“Star Wars ha sido una parte de mi vida, tanto cultural como emocionalmente. Incluso recuerdo que nos disfrazamos como los personajes para el estreno de los nuevos episodios (1999).”
Sobre su personaje de Poe Dameron, sólo puede confirmar lo que ya hemos constatado en el trailer: que es un piloto para la resistencia y que piloteó una X-Wing, muy similar a la de Luke Skywalker en Una nueva esperanza.
“Poe Dameron es un combatiente muy fiel que cree completamente en La Fuerza. Creo que es un poco rebelde, pero definitivamente es el tipo que quieres a tu lado cuando estás en una batalla”, adelantó.
– ¿Y tu Isaac, te identifica con esa rebeldía?”
– “Sí. Creo que para ser artista se tiene que ser un poco rebelde”, respondió sin dudar en su reciente visita a México.
Otros de los actores latinos que han aparecido en Star Wars son la actriz mexicana Verónica Segura, que realizó una pequeña participación como Cordé y el de origen puertorriqueño Jimmy Smits.
John Boyega
Consigue mentor de hierro
LOS ÁNGELES.— Durante siete intensos meses, John Boyega experimentó la audición más fuerte de su carrera. La producción de Star Wars no le permitía siquiera llevarse el guión a casa para memorizarlo y sólo podía acceder a él en el set de Londres.
Lo único que podía hacer el joven de 23 años era grabar sus respuestas en su teléfono para ensayar en otras partes.
Pero una noche, mientras su chofer iba saliendo del estacionamiento se dio cuenta de que no podía recordar nada, así que regresaron a los Estudios Pinewood y se desveló estudiando sus diálogos ahí.
A diferencia de su copañera de reparto Daisy Ridley, Boyega había llamado la atención gracias a la cinta de culto Attack the Block, pero nada se podía comparar con formar parte del elenco de una franquicia como la de Star Wars. Por eso, una vez que consiguió el papel, buscó ayuda, y se le ocurrió una idea. A través de su agencia buscó a Robert Downey Jr. (Iron Man) para pedirle que fuera su mentor.
Hasta que un día, mientras manejaba por Londres recibió una llamada de un número desconocido.
“¿Quién habla?”, dijo Boyega. “Es Robert”, dijo la voz.
“¿Robert quién?” “Eh, Robert, Downey Jr.”
“Pensé, rayos, ¡Iron Man!”, recordó Boyega. “Mejor me estaciono”.
Ese día platicaron por dos horas y fue el comienzo de una amistad que ha cambiado la vida del británico. “Gracias a Dios profundizamos. Platicamos de muchas cosas que son privadas, pero puedo decirles que en general lo suyo siempre ha sido la paz interior, y cómo lidiar con esto a un nivel mental. Cuidar de tu salud mental es algo de lo que hablamos. Soy una persona fuerte, eso es lo que he aprendido en el proceso”.
Del filme
Star Wars: El despertar de La Fuerza.
- Director: J.J. Abrams.
- Guion: Lawrence Kasdan, J.J. Abrams y Michael Arndt.
- Presupuesto: 200 millones de dólares.
- Año: 2015.
Un universo de ganancias
Alimentos, videojuegos, gadgets, relojes, y juguetes, además de los millones de boletos, generarán ganancias millonarias a la saga.
(FUENTE: EXCÉLSIOR)