Redacción Macronews.- El cometa 3I/ATLAS, descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile, se ha convertido en el tercer objeto interestelar identificado que no pertenece a nuestro sistema solar, después de Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Su reciente detección de dos señales de radio marca un hito en la astronomía moderna, al permitir estudiar por primera vez la actividad química en tiempo real de un cuerpo celeste proveniente de otro sistema estelar.
Las señales, captadas por el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica, corresponden a líneas de absorción de la molécula hidroxilo (OH), en frecuencias de 1.665 y 1.667 gigahercios, típicas de cometas activos. Según los científicos, estas emisiones se producen cuando el calor solar evapora el hielo del cometa, liberando vapor de agua que se descompone en radicales OH, lo que confirma que 3I/ATLAS no es un objeto rocoso inerte, sino un cometa que libera gas y polvo de forma natural.
Este fenómeno ha sido ampliamente cubierto por medios especializados como National Geographic, que destacan el valor científico de esta observación para comprender la interacción de cometas interestelares con el entorno solar. La señal de radio detectada representa la primera huella clara de actividad cometaria en un objeto interestelar, lo que abre nuevas posibilidades para el estudio de su composición y dinámica.
Al alejarse del Sol, las condiciones para observar el cometa han mejorado, permitiendo a diversos observatorios aplicar técnicas avanzadas de radioastronomía para seguir su trayectoria y analizar su estructura. Los astrónomos esperan que este hallazgo contribuya a refinar modelos sobre la formación de cometas y su comportamiento al ingresar al sistema solar.
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La comunidad científica considera que este descubrimiento marca un antes y después en el estudio de cuerpos interestelares, al ofrecer evidencia directa de procesos químicos activos fuera de nuestro sistema. El cometa 3I/ATLAS continúa siendo objeto de seguimiento internacional, mientras se prepara su próxima aproximación para confirmar teorías sobre su origen y evolución.























