La NASA revela este martes las primeras imágenes en color y de alta resolución que el telescopio espacial James Webb captó del universo. Y una de ellas «es la imagen más profunda de nuestro universo que jamás se haya tomado», según el administrador de la NASA, Bill Nelson.
Es ver el universo como nunca antes. En pocas palabras, escribió Nelson, Webb le dará a la humanidad una nueva visión del espacio y alterará fundamentalmente nuestra comprensión del universo. «Estas imágenes muestran el poder de Webb en la búsqueda de señales de vida y habitabilidad en otros mundos. Su extrema sensibilidad ayudará a los científicos a comprender algunas de las grandes preguntas sobre cómo y por qué se forman las estrellas, y traerá claridad a las estrellas y galaxias de una manera que nunca antes habíamos visto. Desde estrellas en formación hasta agujeros negros devoradores, este telescopio revelará todo esto y más».
El observatorio espacial, que se lanzó en diciembre, podrá asomarse al interior de las atmósferas de los exoplanetas y observar algunas de las primeras galaxias creadas tras el inicio del universo, al verlas a través de la luz infrarroja, invisible para el ojo humano.
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También se espera que este martes se comparta el primer espectro a todo color de un exoplaneta, conocido como WASP-96b. El espectro incluirá diferentes longitudes de onda de luz que podrían revelar nueva información sobre el planeta situado a 1.150 años luz de la Tierra, como por ejemplo si tiene una atmósfera.
La primera imagen da un vistazo al universo profundo
El presidente Joe Biden reveló una de las primeras imágenes de Webb. Se trata de «la imagen infrarroja más profunda y nítida del universo distante hasta la fecha», según la NASA. La fotografía muestra SMACS 0723, donde un grupo masivo de cúmulos de galaxias funciona como una lupa para los objetos que están detrás de ellas. Llamado lente gravitacional, esto creó el primer vistazo de campo profundo de Webb que incluye galaxias increíblemente antiguas y débiles.
Algunas de estas galaxias distantes y cúmulos de estrellas nunca se han visto antes. El cúmulo de galaxias se muestra tal como apareció hace 4.600 millones de años.
La imagen, que tomó la cámara de infrarrojo cercano de Webb, se compone de fotografías captadas en diferentes longitudes de onda de luz durante un total de 12,5 horas. Las observaciones de campo profundo son observaciones prolongadas de regiones del cielo que pueden revelar objetos tenues.
Una estrella que muere, la segunda imagen del telescopio James Webb de la NASA
En este sentido, la NASA señaló que Webb permitirá profundizar en muchos más detalles sobre nebulosas planetarias como esta: «Nubes de gas y polvo expulsadas por estrellas moribundas». Y «comprender qué moléculas están presentes y dónde se encuentran en las capas de gas y polvo ayudará a los investigadores a refinar su conocimiento de estos objetos».
El Quinteto de Stephan ofrece una mirada a cómo interactúan las galaxias
La vista del Quinteto de Stephan que logró el telescopio ayudará a revelar la forma en que las galaxias interactúan entre sí y cómo sus interacciones pueden moldear la evolución galáctica. Este grupo compacto de galaxias, descubierto por primera vez en 1787, se encuentra a 290 millones de años luz de distancia en la constelación de Pegaso. Cuatro de las cinco galaxias del grupo «están encerradas en una danza cósmica de repetidos encuentros cercanos», según un comunicado de la NASA.
Este enorme mosaico es la imagen más grande de Webb hasta la fecha y cubre aproximadamente una quinta parte del diámetro de la Luna, indicó la agencia. «Contiene más de 150 millones de píxeles y está construido a partir de casi 1.000 archivos de imagen independientes. La información de Webb proporciona nuevos conocimientos sobre cómo las interacciones galácticas pueden haber impulsado la evolución de las galaxias en el universo primitivo», apuntó.
Mark McCaughrean, asesor principal de ciencia y exploración de la Agencia Espacial Europea, dijo que la fotografía muestra la vista desde nuestra propia Vía Láctea hacia galaxias lejanas, incluso captando la creación de nuevas estrellas.
Cuando la herramienta de infrarrojo cercano se elimina de la imagen, se ve principalmente gas y polvo. Pero revela un agujero negro activo, según la astrónoma de la ESA Giovanna Giardino. “No podemos ver el agujero negro en sí, pero vemos que consume el material que se arremolina”, dijo Giardino.
El gas se calienta a temperaturas extremadamente altas a medida que se pliega y se vuelve muy brillante, «40.000 millones de veces la luminosidad de nuestro Sol», explicó.
Esta imagen del telescopio Webb muestra dónde nacen las estrellas
Situada a 7.600 años luz de distancia, la Nebulosa de Carina es una guardería estelar, donde nacen las estrellas. Es una de las nebulosas más grandes y brillantes del cielo y alberga muchas estrellas mucho más masivas que nuestro Sol.
Los «acantilados cósmicos» se pueden observar en la nueva e impresionante imagen que revela estrellas bebés previamente ocultas. Lo que proporciona «una mirada inusual a las estrellas en sus etapas más tempranas y rápidas de formación», según la NASA.
La imagen, que se captó con luz infrarroja del telescopio Webb, muestra por primera vez áreas previamente invisibles de nacimiento de estrellas.
Los mundos que abrirá el Telescopio Webb de la NASA
El telescopio de la NASA puede investigar los misterios del universo, al observarlos a través de la luz infrarroja, que es invisible al ojo humano.
Webb observará las atmósferas de los exoplanetas, algunos de los cuales son potencialmente habitables. También podría descubrir pistas en la búsqueda en curso de vida fuera de la Tierra.
El observatorio también tendrá vistazos de cada fase de la historia cósmica, incluidos los primeros resplandores después del Big Bang que creó nuestro universo y la formación de las galaxias, estrellas y planetas que lo conforman hoy.
Ahora, Webb está listo para ayudarnos a comprender los orígenes del universo. Así como para comenzar a responder preguntas clave sobre nuestra existencia, por ejemplo de dónde venimos y si estamos solos en el cosmos.
La misión, inicialmente planeada para durar 10 años, tiene suficiente capacidad de exceso de combustible para operar durante 20 años, según la administradora adjunta de la NASA, Pam Melroy.
Estas serán solo las primeras de muchas imágenes que vendrán de Webb durante las próximas dos décadas. Lo que promete alterar fundamentalmente la forma en que entendemos el cosmos.