¿Qué es el ser humano y qué es la máquina? «Félix» hace que lo olvidemos por un momento en la exposición «Los robots», que se exhibe en la ciudad alemana de Dortmund.
«Félix» cierra los ojos, los abre, los gira, levanta las cejas y baja el mentón, igual que la persona que tiene delante: una cámara le permite registrar todos los gestos que hace el visitante y reproducirlos.
En la muestra, organizada por el museo DASA (www.dasa-dortmund.de), dedicado al mundo laboral y la tecnología, «Félix» es uno de muchos. Los robots saludan al visitante y lo van guiando por las distintas partes, algunas interactivas.
Hay más de 100 máquinas expuestas, procedentes de distintos museos y empresas: una copia en tamaño natural del androide «María» del clásico del cine «Metrópolis», de Fritz Lang, un robot de exploración espacial o un gato robot que se usa en terapia con personas con demencia senil y que reacciona a las caricias.
La DASA exhibe desde las primeras creaciones mecánicas ya de la época antes de Cristo, cuando los griegos construyeron autómatas humanoides que se movían con agua o aire, hasta los robots más modernos de la actualidad.
Hoy en día, los robots no son sólo un juguete y un objeto de investigación, sino una ayuda en la vida diaria y en el trabajo, en la medicina y en la ciencia. Se estima que en todo el mundo se vendieron el año pasado 4.7 millones de robots que prestan servicios.
La empresa de comercio online Amazon tiene unos 15 mil robots en su lista de productos. En las fábricas, su presencia es tal que los investigadores están analizando los efectos que esta nueva realidad laboral tiene sobre los seres humanos.
El director del DASA, Gregor Isenbort, lo formula de forma desafiante: «¿Cómo integrar al ser humano en un mundo laboral así? Al fin y al cabo, las personas están asistiendo hoy en día a las máquinas, más que ellas a nosotros».
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Hay robots que funcionan en fábricas en zonas restringidas, entre otras cosas porque en ocasiones no sólo son una ayuda, sino también un peligro para los obreros.
Tampoco se han investigado lo suficientemente los desafíos de la inteligencia artificial de robots humanoides como los que aparecen en la película «Blade Runner». Y en medicina, la simbiosis entre ser humano y máquina cada vez avanza más a través de los implantes y las prótesis.
«Por eso, nosotros planteamos la pregunta de qué están dispuestos a aceptar los visitantes como ‘humano’. O ¿dónde debería parar el progreso tecnológico?», señala Philipp Horst, que diseñó la muestra. Las respuestas son seguramente muy distintas según quién las formule.
Otro momento para reflexionar lo brinda un chat en el que el visitante no sabe si le está respondiendo un robot o un empleado del museo a través del teclado. ¿Puede el robot convencerlo de su humanidad?
La exposición estará abierta hasta el 25 de septiembre de 2016 en Dortmund, Alemania.
Fuente: NationalGeographic