A través de una simulación holográfica, un equipo pudo observar las dinámicas de la Teoría de la Relatividad en un agujero de gusano.
Un agujero de gusano es un puente entre dos regiones del espacio-tiempo y, aunque su existencia no se ha comprobado, es compatible con la Teoría de la Relatividad. La novedad es que un equipo científico ha podido observar algunas de sus dinámicas con una simulación holográfica gracias a un ordenador cuántico.
Los agujeros de gusano o puentes de Einstein-Rosen se popularizaron en la ciencia ficción como una forma de viajar en el espacio-tiempo, pero la Teoría de la Relatividad dice que nada puede pasar a través de ellos.
Sin embargo, en 2017 se ideó un escenario en el que una energía repulsiva negativa puede mantenerlos abiertos el tiempo suficiente para que algo pase de un extremo a otro.
Un equipo encabezado por el Instituto Tecnológico de California (Caltech) de Estados Unidos ha desarrollado por primera vez un experimento cuántico para estudiar el comportamiento de un agujero de gusano holográfico (teórico) y sus resultados los publica hoy Nature.
La demostración, realizada con el procesador Google Sycamore, representa un paso hacia la posibilidad de estudiar la gravedad cuántica en el laboratorio.
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El experimento, precisan los investigadores, no ha creado un agujero de gusano real (una ruptura en el espacio y el tiempo), sino que permite sondear las conexiones entre los agujeros de gusano teóricos y la física cuántica, una predicción de la llamada gravedad cuántica.
La gravedad cuántica es una teoría física hipotética que trata de conectar la gravedad con la física cuántica, dos descripciones fundamentales y bien estudiadas de la naturaleza que parecen inherentemente incompatibles entre sí.
El principio holográfico es una forma de conectar diferentes teorías que podría ayudar a reconciliar la mecánica cuántica y la relatividad general, explicando la relatividad como emergente de la física cuántica en un sistema físico restringido.
“Hemos encontrado un sistema cuántico que presenta las propiedades clave de un agujero de gusano gravitacional y que, sin embargo, es lo suficientemente pequeño como para implementarlo en el ‘hardware’ cuántico actual”, explicó Maria Spiropulu, investigadora de Caltech y autora principal del estudio.
Fuente: Forbes