REDACCIÓN MACRONEWS.- Es probable que el nombre Foxconn no resulte familiar para todos, pero quienes poseen un iPhone o un iPad tienen en sus manos un dispositivo fabricado por esta gigante taiwanesa, el mayor productor de electrónica en el mundo. Tras años de ser el soporte tecnológico de marcas como Apple e incluso proveedor de pantallas para Tesla en 2010, la compañía ha decidido dar el salto definitivo hacia la «gallina de los huevos de oro»: el sector de los coches eléctricos.
Aunque sus intentos previos por adquirir parte de Nissan no prosperaron, el presidente de Foxconn, Young Liu, ha consolidado un «Plan B» que ya rinde frutos. La compañía ha cerrado una colaboración estratégica con Mitsubishi para fabricar un vehículo eléctrico que saldrá a la venta en Australia y Nueva Zelanda a lo largo del próximo año. Para ejecutar este ambicioso proyecto, la empresa se apoya en Foxtron Vehicles, su división de automoción creada en 2021 en alianza con el fabricante taiwanés Yulon.
Los planes de Foxtron no se limitan a la fabricación para terceros. La marca ha presentado diversos prototipos que incluyen desde turismos y SUVs hasta pickups y autobuses. Además, en 2024 inició la construcción de una planta de pruebas en China, aunque su verdadero objetivo estratégico es Estados Unidos. Tras haber operado en la antigua planta de General Motors en Lordstown, Ohio, Foxtron ya proyecta el lanzamiento de un SUV compacto propio para el mercado norteamericano, buscando competir en el segmento de eléctricos asequibles.

Esta incursión plantea un escenario interesante en la industria: Foxconn podría lanzar este nuevo SUV bajo la cobertura y red de la marca Mitsubishi, o bien, dar el paso final y comercializarlo bajo su propio sello. Con márgenes de expansión similares a los que ha seguido Slate (la marca vinculada a Amazon), el fabricante del iPhone se posiciona para transformar su dominio en la electrónica de consumo en una fuerza disruptiva dentro de la movilidad eléctrica global.
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