Adele ha estado durante todo agosto realizando un alto en su residencia en Las Vegas para ofrecer diez conciertos seguidos en Múnich, en Alemania. Y en el último de ellos, este pasado sábado, ha aprovechado para dar una noticia que ha dejado bastante sorprendidos a sus fans: se va a retirar de la música.
No es una decisión que vaya a durar para siempre, pero sí un descanso que la artista británica de 36 años tiene intención de mantener durante un largo período de tiempo. «Me queda una decena de espectáculos», ha comenzado diciendo, refiriéndose a los conciertos que tiene programados desde el 25 de octubre hasta el 23 de noviembre en la famosa ciudad del juego en el estado de Nevada.
«Pero, después de eso, no me vais a volver a ver por un período de tiempo increíblemente largo. Os llevaré en el corazón», ha continuado la autora de éxitos como Rolling in the Deep o Hello, visiblemente emocionada, en varios vídeos que no ha cesado de cosechar visitas en Twitter y TikTok desde su publicación.
«Necesito un descanso. Me he pasado los últimos siete años construyendo una nueva vida para mí y ahora quiero vivirla», ha dicho Adele, a la que se le saltaban las lágrimas y se le quebraba la voz, y que ha terminado diciendo: «Os echaré muchísimo de menos. Voy a recordar estos conciertos toda la eternidad».
Todo hace pensar que la cantante aprovechará este parón, entre otras cosas, para casarse con su prometido, el agente deportivo Rich Paul, de 42 años, con quien anunció su compromiso precisamente en el primero de sus conciertos en la ciudad alemana. Algunos fans incluso han llegado a sospechar que la londinense tiene intención de tener un nuevo hijo con él.
Asimismo, en aquellas fechas había concedido ya una entrevista con el medio local ZDF donde afirmó: «No tengo plan alguno para lanzar música nueva. Quiero un gran descanso después de esto y creo que buscaré hacer otras cosas creativas, aunque sea solo por un tiempo».