Normalmente vemos nuestra naturaleza, nuestra geografía como un espacio lleno de riqueza. Pero la realidad es que si bien existen muchos recursos también habitamos un espacio con varios retos que han influido en como nos hemos desarrollado como nación.
Para empezar casi la mitad de nuestro país es un desierto. En contraparte regiones de veracruz y Tabasco padecen de inundaciones cada año. Pero lo que mas ha influido son los dos grupos montañosos que atraviesan México; las sierras Madre Oriental y Occidental han creado espacios con diferentes climas que han generado regiones diferentes. Esto influyó en el crecimiento de pueblos con características culturales propias que los distinguían entre si.
En nuestra historia esto generó la dificultad para crear un pueblo común pero también impulso nuestra riqueza cultural.
Políticamente unir a México ha sido un reto constante. Nunca se generó plenamente un imperio prehispánico, el Virreinato no integro a las diferentes regiones.
Esta falta de unidad fue una de las causas para la gran derrota en la guerra con Estados Unidos en 1848.
Fue una de las luchas constantes de los gobiernos liberales, incluido el régimen de Porfirio Diaz. Fue hasta la llegada del siglo XX que los gobiernos posrevolucionarios trabajaron mucho en el concepto de un solo país, obteniendo muy buenos resultados.
Pero estos esfuerzos se abandonaron en las últimas décadas.
Ha sido la tecnología de las comunicaciones lo que más ha integrado a los mexicanos, así como las desgracias comunes: el crimen organizado y las irresponsables élites políticas.
Los mexicanos debemos vernos en conjunto como un gran pueblo , con logros culturales extraordinarios que nos distinguen pero también que nos unen en un orgullo común.
Deben de crearse campañas de promoción que nos hagan vernos así. Las naciones que se sienten orgullosas de si mismas alcanzan grandes resultados constantemente.
Fue la geografía lo que inicialmente generó estas identidades separadas pero la voluntad humana es capaz de unirla.