El rescate de la Av. Tulúm, no ha sido benéfica después de todo; entre semana y a cualquier hora del día se puede observar que hay muy poca gente caminando sobre los nuevos y modernos andadores. El sábado y el domingo mejora notablemente la afluencia de personas.
Los dueños de locales que se encuentran a la altura de la glorieta conocida como la licuadora y a lo largo de la avenida, han visto afectadas sus ganancias a pesar de tener una calle más bonita.
La señora Marta, dueña de un local de revistas comentó que la remodelación se le hace bonita pero considera que al andador le hacen falta árboles.
“Ni porque es temporada alta han mejorado las ventas, la gente ya no se para por acá. Antes los turistas que se bajaban del camión de la zona hotelera caminaban por aquí y por lo menos entraban a curiosear, ahorita se van hasta el mercado 28 porque ahí pasa el camión” explicó Raquel Sánchez encargada de un local de artesanías.
Doña Isabel dueña de otro local de artesanías y ropa de playa dijo “hablando del negoció sí perjudico, lo que pasa es que esto era paradero antes y ahora ya no, ahora por ejemplo, la gente que trabaja en la zona hotelera deja estacionado ahí todo el día su carro y los turistas ya no tienen donde parar, a ellos sí les beneficia, pero a nosotros no”.
La falta de árboles, sombra y paraderos de autobuses son una constante en la respuesta de los locatarios que se encuentran sobre esta avenida. Sin embargo consideran que la avenida se ve más bonita e incluso limpia.
A finales del 2013 se iniciaron los trabajos remodelación de la Tulúm con el objetivo de mejorar la imagen caribeña internacional que caracterizaba a la avenida y junto con ello las ventas en los negocios que ahí se encuentran. Sin embargo al día de hoy parece ser todo lo contrario pues las obras aún no finalizan al 100% y tampoco hay mejoras económicas para los comerciantes.