Destrozadas y casi intransitables algunas vialidades de la ciudad a causa de las fuertes precipitaciones registradas en las últimas semanas, a lo que se suma la mala calidad de los materiales empleados a la hora de pavimentar, lo que se constata fácilmente con sólo mirar el “grosor” de la capa de asfalto aplicada, que en algunos puntos apenas alcanza uno o dos centímetros.
Algunas arterias y calles secundarias se encuentran plagadas de baches, hasta el punto que los conductores no buscan ya el esquivarlos, sino que las llantas de sus carros pasen sobre los más pequeños y menos profundos, debido a que prácticamente no queda un tramo sano.
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En líneas generales, antes del arranque de la temporada de lluvias las vialidades de Cancún se mantenían en condiciones decentes, pero a causa de las precipitaciones en muchos puntos de la ciudad se abrieron baches, mientras que en lugares en los que se vislumbraban pequeños huecos la gran cantidad de agua caída, aunado al paso de vehículos, provocó que se hicieran mucho más grandes, sin contar con que muchos quedan ocultos bajo el agua y se convierten en un peligro para los automovilistas.
La desesperación de la ciudadanía es tanta que algunos de los baches han sido tapados por los mismos vecinos, que aprovechan escombros, piedras y cuanto material se les pone por delante para llevar a cabo el trabajo que le corresponde al municipio.
Tras llevar a cabo un recorrido por diferentes puntos de la ciudad, se pudo constatar que son muchas las regiones y colonias populares cuyas calles más parecen campos minados o pequeñas porciones de la luna, situación que alcanza igualmente a concurridas avenidas.
“Se han hecho trabajos excelentes de repavimentación en casi toda la ciudad, se han metido cientos de kilómetros de concreto hidráulico, pero falta mucho aún por hacer, espero que algún día todo Cancún pueda tener concreto hidráulico y las autoridades en turno dejen ya de engañarnos con el cuento de las repavimentaciones de asfalto, que no son más que pintaditas y a las pruebas me remito, aquí se ve claramente que el chapopote no tiene más de dos centímetros de grosor y el resto es sascab, así es lógico que con una lluviecita se formen los baches”, señaló Rodolfo Anguita Gastélum, residente en la Región 96.
En tanto que Marina López Isidro, vecina de la misma zona, expresó que “aquí hay cada boquete que da miedo, algunos son tan grandes que más parecen socavones y con las lluvias se llenan de agua y desaparecen, lo que hace peligrar a los vehículos, sobre todo de las personas que vienen de paso, porque nosotros, como residentes, más o menos tenemos una idea de dónde están”.
Mientras que doña Herminia Flores Garrido, residente en una de las calles en la que los baches parecen socavones, manifestó que “apenas se puede transitar por aquí, tan profundos son los baches; cada vez que saco el carro, pese a vivir casi en la esquina, tengo que dar un rodeo para salir a la avenida porque es prácticamente imposible pasar por aquí, donde no podemos hablar de baches sino que más bien la calle está destrozada”.
(FUENTE:POR ESTO!)
