Muchas personas se inclinan por realizar viajes a puntos cercanos a su residencia en sus vacaciones, debido a lo costoso que resultan los boletos de avión, sobre todo, cuando los compramos en fechas próximas a nuestro viaje.
Sin embargo, las tarjetas de viajero frecuente, pueden ayudarnos a amortizar el pago de los boletos, y en ocasiones, si juntamos los suficientes puntos, sólo nos tocará cubrir el costo del IVA de nuestros pasajes.
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Pese a que otorgan este beneficio en particular que se acumula con las compras que realizamos cotidianamente, debemos reflexionar sobre ciertas características que podrían no hacerlas tan convenientes en ciertos casos.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomendó que antes de aceptar algún servicio de este tipo es necesario considerar si realmente se utilizará, qué establecimientos ofrecen puntos y con cuáles aerolíneas son válidos.
Estos puntos pueden cambiarse por descuentos, noches de hotel, acceso a salas VIP de los aeropuertos, seguros de equipaje, renta de autos, asistencia médica y legal, entre otros.
El organismo aclaró que es importante al adquirir una tarjeta de crédito, analizar otros aspectos importantes, como las comisiones y la anualidad del plástico.
La Condusef exhortó a no realizar compras compulsivas con la finalidad de obtener millas gratis y tomar en cuenta otros consejos para conseguir ofertas, como comprar con anticipación los boletos o evitar viajar en temporada alta.
Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Aviación Civil, los viajeros obtienen beneficios obligatorios por parte de las aerolíneas en caso de retraso o cancelaciones de los vuelos.
También podrán llevar consigo una maleta de hasta 25 kilogramos de peso sin cargo extra, además de hasta dos piezas de equipaje de mano sin costo alguno, con un peso no mayor a diez kilogramos.
FUENTE: DINERO EN IMAGEN
