El año pasado, la práctica favorita de la gente que no sabe poner punto final a sus relaciones de forma madura y civilizada fue el ghosting; o lo que es lo mismo: dejar de hablar y desaparecer de la vida de alguien sin explicación alguna. Ahora, para desgracia de la humanidad, llega una nueva forma de patanería: el breadcrumbing.
Básicamente, los breadcrumbers dejan «migajas» de su cariño para que las recojas de vez en cuando: te dejan un comentario en Facebook, le dan like a tus fotos de Instagram o te saludan esporádicamente de manera que no te olvides de ellos… y de que la relación no avance a ninguna parte.
Entonces, justo cuando estás a punto de olvidarlos, te escriben. O te llaman. O te coquetean sutilmente.

¿En qué ocasiones suele darse esa deleznable práctica? Según el New York Times, «puede haber breadcrumbing cuando terminaste con alguien pero no quieres dejarlo ir; también se da como una manera de mantener a una posible pareja ‘en espera’ o cuando alguien no está realmente interesado en ti, pero quiere seguir siendo importante en tu vida».
Si estás en busca de una relación cercana y genuina, que alguien te haga breadcrumbing puede ser muy doloroso y frustrante: es una forma de manipulación emocional que te hace perder tiempo y te detiene de darle una oportunidad a otras personas (o a ti misma y a tu salud mental).
Así que la próxima vez que ese chico o chica deje de hablarte durante días enteros pero le ponga corazoncito a tu foto de perfil, dile NEXT! Te mereces un amor entero, no sólo las migajas 🙂
FUENTE: SOY ACTITUD.