Hace algunos años a la hora de la comida en familia sonaba mucho la frase ‘No empiecen a comer aún’, esto era porque algún integrante hacia falta por sentarse en la mesa con los demás y era de mala educación que no se le esperara para empezar la comida, sin embargo, esta ha cambiado, como todo va evolucionando, las tradiciones también lo hacen y si hoy se pronuncia esta frase no es para esperar a la persona sino porque le tomarán una foto al platillo para compartirlo en las redes sociales, específicamente en Instagram.
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Este comportamiento que tenemos las personas llevó a que un grupo de investigadores estadounidenses hicieran y publicaran un estudio sobre los efectos de mirar y fotografiar la comida antes de probarla y con el resultado recomiendan no hacerlo, las redes sociales no necesitan saber que es lo que comerás.
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¿Porqué no deberías subir tus fotos de comida a Instagram?
Han descubierto que hacer fotografías de los platos puede hacer que, a posteriori, sea menos agradable comerlos.
Según el mismo trabajo, en la fotografía publicitaria pasaría lo mismo: “A diferencia de la mayoría de los productos, para la comida también puede tener este efecto inesperado de hacer la experiencia del alimento en sí menos agradable cuando el producto se consume en última instancia”.
Además, la moda de Instagram con la comida puede conllevar otro tipo de problemas, no sólo con los comensales, sino también con el chef. De hecho,cada vez hay más restaurantes franceses y norteamericanos que prohíben fotografiar la comida en sus establecimientos, ya que consideran que allí se va para disfrutar de los platos, no a conseguir likes.
Fuente: La Verdad