Si eres de los que se tarda más en ver el Facebook que en hacer del baño, tienes un pequeño problema…
En estos días donde el celular parece ser más importante que cualquier otra cosa, se han desatado discusiones respecto a su uso. Técnicamente hablando, el tiempo del teléfono cruza en el reino disfuncional cuando se prioriza el dispositivo a través de actividades (especialmente las sociales); donde se logra una vinculación emocional al objeto inanimado.
En una investigación de la Universidad de Illinois, realizado por Tayana Panova, una investigadora que ha estudiado los resultados de salud mental asociados con el teléfono y el uso de Internet, encontró una relación directa – o una «fuerte asociación negativa» – entre el uso del teléfono móvil y el internet para hacer frente durante situaciones relacionadas con emociones y la salud mental.
Existen encuestas donde se ha revelado que la gente podría vivir sin café, pero jamás sin sus celulares. Sobre todo la generación millenial (entre 18 y 34 años de edad), quienes pasan más tiempo clavados en sus celulares que en la escuela o en actividades en general.
Un 40 por ciento de la generación Z (de 13 a 18 años de edad), también conocidos como la generación iGen, se han declarado adictos a los dispositivos digitales.
Según un estudio realizado por el Institutional Review UCLA, los estudiantes de sexto grado que asistieron a un campamento de cinco días sin dispositivos móviles, ni pantallas, mostraron una mejoría significativa en su capacidad para interpretar con precisión verbal y emocional.
El punto aquí, es que un niño pasa en promedio al día seis horas y 40 minutos frente a su celular. Los preadolescentes (de 8 a 12 años de edad), pasarán en promediocuatro horas por día.
Fuente: SDP Noticias