Croacia descubrió a una España vulnerable. Pese a comenzar ganando con gol de Morata, un tanto de Kalinic en el 45′ y otro de Perisic en el 87′ noquearon a La Roja. Ramos falló un penalti que pudo cambiar el destino de la Eurocopa. Ahora, vienen curvas.
España jugará los octavos de final el próximo lunes (18.00 horas) ante Italia tras perder 2-1 ante Croacia. Un gol de Perisic en el 87′ condenó a España al segundo puesto del Grupo D después de ir ganando 0-1. Se acabó de golpe y porrazo el estado de euforia. Volvemos a la tierra.
Vicente Del Bosque dejó clara la importancia del choque ante Croacia repitiendo el mismo once que los españoles se sabían ya de carrerilla. Sorpresa generalizada. No arriesgó con un ‘homenaje’ a Casillas y apostó por no tocar lo que le estaba funcionando, a riesgo de acumular cansancio, sufrir lesiones o perder al apercibido Ramos por el camino. Salió mal.
Las cartas de España parecían ganadoras ante un rival sin Luka Modric. Se antojaba demasiada baja para Croacia, ya clasificada de antemano. Cacic decidió reservar a Mandzukic y ayudó a que disminuyese considerablemente el riesgo de tarjeta para Sergio, enemigo íntimo del croata en antiguas batallas madrileñas. Fue lo único que le salió bien al central madridista.
Croacia empezó mejor, pero España encendió el alumbrado de la feria en el minuto 7. Silva filtró un pase magistral para Cesc, que aceptó el regalo y remató a puerta superando a Subasic. Por si acaso, Morata remachó con Srna en el cogote intentando evitar el gol. Tercer tanto del delantero, que vuelve a ser madridista (si es que alguna vez dejó de serlo). Le toca decidir a Zidane qué quiere hacer con él. De momento, es Pichichi de la Eurocopa junto a Bale.
El gol tuvo un efecto balsámico para España, que se relajó y a punto estuvo de regalar el empate. En el 14′, De Gea se confió en exceso tras recibir de Piqué y Kalinic le robó la cartera. El balón fue a parar a Rakitic, que con delicadeza se sacó de la chistera una vaselina casi perfecta. No lo fue porque el balón no entró tras tocar en el larguero y en el poste. La tecnología dio la razón a Kuipers, que acertó al no conceder el tanto. Lo que no vio el colegiado holandés fue el penalti del portero español en mitad de la pifia. La acción le pesó todo el partido al guardameta.
Pasado el susto, España se centró en lo que mejor sabe. Silva se mostró más activo que en anteriores partidos y colaboró en la causa de Iniesta, más apagado esta vez. Sin Modric en el centro del campo, los croatas se resignaron a correr un rato detrás de la pelota y de Nolito. El futuro jugador del City se volvió a mostrar eléctrico. Un dolor de muelas para cualquier defensa de Europa.
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Morata tuvo el segundo tras un pase de Cesc que no supo controlar bien antes del gol de Croacia. Al filo del descanso, Perisic centró desde la izquierda y Ramos no llegó a tapar a Kalinic, que marcó con clase el empate al primer palo ante un De Gea clavado bajo el larguero. La solidez defensiva de España en los dos primeros partidos se esfumó en el tercero. Volvió a mostrarse vulnerable, y eso es la peor noticia de todas las que deja el partido.
El partido había cambiado. El empate le servía a España para ser primero, pero a Morata le importó poco. Mantuvo la misma intensidad y terminaron saltando chispas con los croatas. Se jugó varias veces la amarilla mientras España sufría para no encajar el segundo. Perdido el control del juego, Del Bosque recurrió a Bruno Soriano. Para estas situaciones de emergencia ha llevado al capitán del Villarreal, pero le sirvió más bien de poco. El damnificado fue Nolito. Adiós a la chispa.
A falta de media hora, el riesgo de perder y pasar como segundo era más alto de lo esperado. Empezó a flotar en el ambiente la idea de que el empate no era tan malo cuando Kuipers no señaló un posible penalti a Pjaca, muy protestado por los croatas. Terminaron de subirse por las paredes en el 70′, cuando Silva se fue al suelo sin que hubiese contacto de Vrsaljko. Penalti para España y balón para Ramos, que perdió el duende desde los once metros con un lanzamiento centrado que adivinó Subasic con ayuda de Modric. El meta croata se adelantó varios metros, dicho sea de paso, pero bastante había hecho ya el amigo Kuipers por España como para mandar repetir el penalti.
Las señales empezaban a ser negativas. No era la noche de España, que iba a ver como una Croacia más entera ganaba el partido en el minuto 87, en una carrera de Perisic con Juanfran que culminó con un remate seco que intentó sacar con el pie De Gea. Silva la tuvo en el 95′ para empatar, pero no entró. España eligió ir por el camino más difícil. Primera parada: Italia. Que no sea la última.
Fuente: Marca.com