¿Qué podemos hacer en estos tiempos de turbulencia afectiva? Mucha solidaridad, cuidar y cuidarnos, no acostumbrarnos a la distancia afectiva… Y aprovechar para aprender de todas de las lecciones que nos trajo esta crisis.
Por suerte las emociones positivas y vinculantes son igual de contagiosas que el miedo, repasamos todo lo que podemos hacer cada uno y entre todos para superar estos tiempos de turbulencia afectiva.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA SUPERAR LA EPIDEMIA EMOCIONAL DEL CORONAVIRUS?
1. ESTIMULAR LA SOLIDARIDAD Y LA RESPONSABILIDAD, COMO GRUPO, Y EVITAR AISLARSE PERSONALMENTE
Es un buen momento para reflexionar acerca de lo importante que es formar parte de un grupo, una red social, una familia u otras identidades. En cuanto acabe la crisis, o incluso antes, reflexione sobre cómo mejorar esas vinculaciones.
2. APOSTAR POR LA PROTECCIÓN QUE NOS OFRECE UNA SANIDAD Y UNOS SERVICIOS DE PRODUCCIÓN, DISTRIBUCIÓN Y CAMBIO QUE SEAN SOCIALES
De poco sirve esa visión de “mi familia y mi hogar son mi fortaleza inexpugnable”. Trabaje en su desarrollo y regulación. Por ejemplo, ahora se desarrollará más y más el teletrabajo, que puede significar mayor autonomía de gestión y pensamiento.
3. CUIDAR A NUESTROS CUIDADORES: NO HAGA CONSULTAS NO URGENTES, NI INNECESARIAS
Consultar una y otra vez o a la menor molestia o síntoma en los teléfonos sanitarios y/o en los servicios sanitarios entorpece su función. Hay listas públicas y fácilmente accesibles de los síntomas fundamentales de esta epidemia, tanto en la red informatizada como en los diarios y en los centros de salud. Léalas y apréndalas. Y si tiene dudas, busque entre su familia y allegados quién le puede ayudar (por teléfono o a distancia). Recuerde que tenemos un tesoro europeo y nacional: una sanidad pública eficiente que hay que cuidar.
4. CONOCER, SEGUIR Y ACONSEJAR LAS RECOMENDACIONES SANITARIAS DE EXPERTOS
Gracias a su formación, a que han dedicado miles o millones de horas al tema, hay que dar valor a los expertos; aunque siempre hay quien cree que sabe más que ellos.
5. ARREGLARSE Y VESTIRSE CADA DÍA, NO ABANDONARSE EN ESOS ASPECTOS
Haga un horario diario y semanal y cúmplalo. Incluya momentos de comunicación con la familia a través de las redes sociales informatizadas. Puede ver filmes y vídeos de risa (y de otros tipos), compartir juegos de mesa, deporte, actividades de aire libre y naturaleza -si la situación lo permite-. Al menos cada dos horas, haga ejercicios físicos según un programa, hay muchos en Internet.
6. APROVECHAR PARA BAJAR EL RITMO DE VIDA Y EL CONSUMO
Es un buen momento para recordar que un tercio de los niños españoles están mal alimentados, 13% pasa hambre, hay miles de personas durmiendo en las calles, hay centenares de miles de personas con dificultades de vivienda y con graves alteraciones relacionales en el hogar, millones de personas con un trabajo precario… ¡Qué importantes son los servicios sociales en un estado solidario! Colabore en la reflexión sobre el tema. ¿Cómo puedo ayudar a que sigan funcionando?
7. BUEN MOMENTO PARA “ENTERARNOS DE QUE EXISTEN NUESTROS HIJOS Y CONOCERLOS MEJOR”
A menudo, delegamos demasiadas cosas al cole, a tutores y centros de actividades extraescolares, de deportes, de juegos y de verano, a profesores… ¡Lo que nos estamos perdiendo! Se puede aprovechar para ver cómo “montar el mundo de una manera mejor”.
Enterémonos de lo importantes que son los abuelos y la abuelez: para las tres generaciones.
8. NO NOS ACOSTUMBREMOS A LAS DISTANCIAS SOCIALES Y AFECTIVAS
Ahora que nos frustra no besar, abrazar, acariciar, ser besados, abrazados, acariciados, valoremos lo que eso significa. Somos pueblos mediterráneos y, junto con los sudamericanos, africanos y algunos otros, tenemos esa ventaja. No hay que perderla en el futuro. Y hoy ya podemos colaborar con las iniciativas ciudadanas basados en el apego-solidaridad y en la alegría (humor): a través de las redes, por las ventanas (como el movimiento “Junto con Italia”, «Apoyo a los sanitarios» y similares).
9. DÉJESE LLEVAR POR EL INTERÉS DEL CONOCIMIENTO Y LA INDAGACIÓN SOLIDARIOS
Es un buen momento para repensar el mundo y orientarse hacia un ecologismo y un humanismo radicales. También, para replantearse el consumismo cotidiano y ver cómo tener “más tiempo con los hijos” y más tiempo para otras actividades y perspectivas solidarias, recreativas y alegres.
10. LA VALORACIÓN DE LA DEMOCRACIA FORMAL Y COTIDIANA
Es la aportación fundamental de Europa al mundo: al servicio de la mayoría y con respeto y cultivo de las minorías críticas y las diferencias. La combinación de democracia y estados solidarios, al servicio de los más necesitados, es otra de las aportaciones europeas características. Nuestra salida de la crisis ha de estar asentada en esas premisas.