Repítete todo aquello bueno que eres. Mira tus manos y agradece que el cuerpo de tu madre pudiera alumbrarte. Intenta tratarte bien, por favor.
Tú vales.
Tú sirves.
Tú sabes hacer cosas bien.
Tú aciertas.
Tú sabes querer.
Tú sabes dejarte querer.
Tú eres alguien.
Tú importas.
Tú eres algo bonito.
Tú mereces lo mejor.
Tú eres útil.
Tú lo intentas.
Tú no estás sola.
Sé que esto es fácil de olvidar.
Que la vida nos lo va a poner complicado para que los recordemos.
Que nos vamos a encontrar con gente que va a intentar que no nos tengamos en cuenta.
Pero siempre que puedas.
En cualquier lugar.
Repítete todo aquello bueno que eres.
Mira tus manos y agradece que el cuerpo de tu madre pudiera alumbrarte.
Y aunque a veces sea imposible y nos hagamos daño.
Porque las sombras son inevitables.
Intenta tratarte bien, por favor.
Porque no hay nada más precioso que existir.
Tú existes.
Y hay gente que ya no lo hace.
Hay gente que se quedó sin asistir al cumpleaños de sus hijos.
Que no pudo llegar a saber que en Marte hay agua líquida.
Que no llegó al domingo de rastro.
Hay gente que ya no puede intentarlo.
A la que le gustaría tener ese cuerpo y esa mente que a veces detestas para tener una posibilidad más.
Así que deja de lado todo ese odio hacia ti.
Que ya va siendo hora.
De que empiece la fiesta de tu existencia.
Fuente: cuerpomente.com