A todos nos gusta reír. En un mundo encorsetado, es una liberación que altera la química de la mente y potencia la inmunidad. Las investigaciones muestran que la risa promueve la salud.
Reír es intrínsecamente humano. Solo de algunos primates se puede decir que ríen. Luis Muñiz, autor del libro Humor: antídoto del estrés, dice que «nuestra risa equivale a la capacidad de juego de los animales. Jugamos con la realidad para disfrutarla, pero también para transformarla y protegernos de ella».
Según Muñiz, el humor es un mecanismo biológico de supervivencia desarrollado para enfrentarnos a todo aquello que nos niega la vida: «es la capacidad de ver los contrastes y de buscar el lado positivo y creativo de cualquier situación, y por tanto involucra a la inteligencia».
LOS 6 PRINCIPALES BENEFICIOS DE REÍR
La risa, como se sabe por los numerosos estudios realizados, puede resultar terapéutica.
1. FOMENTA CAMBIOS FISIOLÓGICOS
Al reír, los músculos se relajan, los ojos se lubrican, los vasos sanguíneos se dilatan, los tejidos se oxigenan y el cuerpo segrega endorfinas, responsables de la sensación de bienestar. Además, esta relajación parece reforzar el sistema inmunológico y producir un efecto analgésico, que alivia el dolor.
2. ACTÚA COMO ANTIESTRÉS
Su éxito terapéutico se basa en su capacidad para reducir el estrés y prevenir la depresión y la angustia. La risa ayuda a liberar tensiones y permite vaciar la mente de los pensamientos y emociones que la ocupan, distanciarse de los problemas y verlos desde puntos de vista nuevos e inesperados.
3. CUIDA LA SALUD MENTAL
El humor lleva a un segundo plano todo aquello que impide disfrutar de la alegría de vivir. Cultivar la risa, cederle paso, es así una forma de cuidar la salud mental tan importante como saber llorar.
Una revisión de 10 estudios científicos, con un total de 844 participantes adultos, concluyó que las sesiones de risoterapia redujeron eficazmente la depresión, la ansiedad y los problemas de sueño. El estudio fue realizado en el hospital de la Universidad de Jilin (China) y publicado en el Journal of Advanced Nursing.
No es lo mismo, pero la risa forzada o simulada también es beneficiosa. Inducir este tipo de risa forma parte de los talleres de risoterapia y es útil para combatir la depresión. Los investigadores de las universidades de Leeds (Reino Unido) y Vrije (Dinamarca) subrayan que se trata de una terapia barata y fácilmente realizable.
4. AYUDA EN CASO DE DIABETES
La risa no solo es útil en los trastornos del estado de ánimo, también es eficaz en el tratamiento de enfermedades metabólicas como la diabetes. «El mito se hace realidad», afirman los autores del estudio, en relación con los efectos fisiológicos de la risa.
La risa, según los doctores Noureldein y Eld, modula la producción de hormonas y los parámetros inmunitarios de manera que reduce las complicaciones que suelen afectar a los pacientes con diabetes. El estudio ha sido publicado en Diabetes Research Clinical Practice.
5. MEJORA LA INMUNIDAD
Unas buenas risotadas alejan las infecciones y pueden, incluso, reducir la probabilidad de desarrollar un cáncer gracias al estímulo de la inmunidad.
Un estudio realizado con pacientes en el hospital Kyodo en Tsuchiura (Japón) probó que los valores inmunitarios aumentaban tras enseñarles un método que promueve una actitud humorista.
6. ES UN PERFECTO COMPLEMENTO TERAPÉUTICO
De hecho, en algunos hospitales hace tiempo que se usa el humor como complemento a los tratamientos médicos. Después de recibir la visita de payasos, los niños y pacientes de cáncer experimentan menos dolor, se sienten más fuertes y su estado de ánimo mejora.
Begoña Carbelo, autora de El humor en la relación con el paciente, así como de Estudio del sentido del humor y su relación con el estrés, ha analizado la acción terapéutica del humor en mayores, voluntarios, alumnos y profesionales de enfermería con síndrome de burn out («quemados»). «El humor es algo tan asequible pero, al mismo tiempo, tan poco habitual en los hospitales que los resultados sorprenden», explica.
REPENSAR EL MUNDO A PARTIR DE LA RISA
El humor también potencia el crecimiento emocional de las personas sanas. La capacidad de reírse de los propios errores es fundamental. Por otra parte, al disminuir el estrés, que bloquea la capacidad para el aprendizaje, la risa facilita el proceso educativo.
Luis Muñiz cree que lo mejor del humor es que «desestructura el mundo, nos obliga a repensarlo y fomenta la curiosidad». Sus investigaciones, como las de su colega William Fry, quieren demostrar cómo «la obligación de pensar las cosas desde otra perspectiva establece nuevas conexiones neuronales, nuevos caminos».
«Mi definición del humor –añade Muñiz– es la mente respirando con la imaginación. Nos reímos porque tenemos imaginación«. El humor constituye, en este sentido, el mejor antídoto contra el dogmatismo y la violencia.
Para Muñiz, la religión o la política tienden a excluir el humor precisamente porque obliga a crear una interpretación distinta de la realidad, porque es sinónimo de transgresión: «cuanto más dogmática es una sociedad, menos sentido del humor hay en ella».
LA VISIÓN DE LA RISA DESDE ORIENTE Y OCCIDENTE
Resulta llamativo en ese sentido que, así como en Oriente se representa a Buda o a algunos dioses hindúes riendo, en Occidente la sabiduría se asocia a la gravedad, y el humor se considera algo frívolo, que no merece ser enseñado ni fomentado.
Pero la madurez no es solo compatible con el buen humor, sino que se beneficia de él, igual que el clima educativo, la cohesión social o la productividad de las empresas que lo fomentan. En Estados Unidos ya hay compañías que introducen la diversión para mejorar sus resultados. Es lo que pretenden en España iniciativas como la de Humor Positivo, que enseña a promover el humor en el entorno laboral.
¿QUÉ NOS HACE REÍR?
Sabemos poco sobre los mecanismos del humor. Ni siquiera por qué la risa aparece tan pronto en la vida, antes de aprender a hablar.
Una teoría sostiene que nos hace reír la incongruencia, la relación que se establece entre dos ideas aparentemente inconexas: la risa surge ante lo inesperado, lo que se sale de lo normal, la sorpresa ante lo que se descubre.
Otra teoría señala su poder catártico: nos reímos cuando liberamos una tensión emocional, de ahí que haya tantos chistes sobre sexo y sobre la muerte. Para Eduardo Jáuregui, psicólogo especializado en la risa y el humor, nos reímos «cuando alguien no interpreta bien el papel que tiene asignado en el teatro de la vida».
En los talleres de risoterapia, «se enseña a buscar la risa, a provocarla para que fluya de manera natural», explica Mari Cruz García Rodero, autora de El poder de la risa. Libertad y asombro.
«El humor requiere práctica», concluye Jáuregui. Necesita mucha espontaneidad, creatividad y un enorme sentido de libertad. Implica toda una percepción del mundo, captar los contrastes y sinsentidos, asombrarse y mirar con benevolencia.