El cerebro es el principal órgano sexual de los seres humanos, y tanto el amor como el deseo activan zonas específicas cerebrales de las que dependen la excitación y el orgasmo. Las caricias y los estímulos sensoriales, junto a los pensamientos y las fantasías sexuales, desencadenan la respuesta sexual y mantienen el interés durante las relaciones íntimas.
La conexión entre la mente y el placer sexual, y el hecho de que la meditación active los principales centros de placer en el cerebro, quizá inspiraron a la estadounidense Nicole Daedone para idear una nueva forma de vivir la sexualidad y liberarse de las tensiones y del estrés generados por las prisas que caracterizan la vida cotidiana de las sociedades occidentales: la meditación orgásmica, también conocida como OM.
Daedone, autora del libro Sexo lento, el arte y el oficio del orgasmo femenino, propone que las mujeres alcancen la plenitud y la felicidad mediante la manipulación del clítoris, una estimulación que permite activar el sistema límbico y provocar la liberación de oxitocina –la hormona de la felicidad– en el cerebro.
El lento camino hacia el orgasmo
En las sesiones de meditación orgásmica que se llevan a cabo en las sedes de OneTaste, la organización fundada por Daedone, un experto en la técnica –el stroker– masajea el clítoris de la mujer, centrándose especialmente en un punto situado en el cuadrante superior izquierdo del mismo, mientras ella se concentra y conecta su mente con este centro de placer, describe lo que siente, e indica al stroker los cambios que desea (que vaya más rápido o más lento, o mueva su mano hacia otra zona, por ejemplo).
El principal objetivo de la meditación orgásmica no es solo alcanzar el orgasmo –aunque promete alcanzar un clímax de hasta 15 minutos de duración–, sino disfrutar plenamente del proceso que conduce al mismo
Se trata de un procedimiento que requiere tiempo, suavidad y paciencia, que pretende ejercitar la espiritualidad a través de un punto tan extremadamente sensible del organismo femenino como el clítoris, y cuyo principal objetivo, aunque resulte paradójico, no es solo alcanzar el orgasmo –aunque promete alcanzar un clímax de hasta 15 minutos de duración–, sino disfrutar plenamente del proceso que conduce al mismo.
Aunque la meditación orgásmica está indicada para las mujeres, OneTaste también organiza cursos para que los hombres aprendan la técnica, y descubran nuevas formas de estimular satisfactoriamente a sus parejas, mejorando la comunicación y el conocimiento mutuo, y consiguiendo una mayor seguridad en sus relaciones íntimas.
Fuente: Web Consultas