Muchos animales se comunican a través de los olores. Los perros, por ejemplo, tienen un sentido del olfato muy agudo y son capaces de detectar cambios muy leves en nuestros olores que delatan la presencia de enfermedades, incluso de algunos tipos de cáncer.
Los investigadores han demostrado, como asegura William Hanson, profesor de anestesiología de la Universidad de Pensilvania, Filadelfia, que las enfermedades cambian la proporción de las sustancias químicas del organismo. Con aparatos especiales se pueden detectar esas diferencias de olores y diagnosticar enfermedades. Pero no tienes que convertirte en una máquina ni en un animal para determinar si algunos de esos aromas raros o desagradables que despide tu cuerpo son normales o son motivo de preocupación.
Olor a pan
Una secreción blanca y espesa de la vagina, con olor a levadura o masa de pan, no tiene nada de agradable. Se puede tratar de una infección provocada por cándida, un tipo de levadura que está presente de manera natural en la vagina. Cuando se rompe el equilibrio natural debido al embarazo, la diabetes, el uso de antibióticos o algún otro factor, este hongo puede producir una infección. Además de la secreción, vas a sentir picazón y dolor debido a la inflamación.
Qué hacer:
Aplica durante tres días una pomada contra este hongo (se vende sin receta médica); pero si los síntomas persisten, ve a ver a tu médico.
Fuerte olor en los pies
¿Alguna vez te han olido mal los pies? Lo que provoca ese desagradable olor son unas bacterias que cuando entran en contacto con el aire se descomponen, despidiendo ese aroma tan desagradable que nos recuerda el olor del queso. Y estas bacterias pueden producirse, entre otras cosas, por cambios hormonales, trastornos nerviosos, por llevar una alimentación con muchas grasas saturadas, o por tener hongos.
Qué hacer:
Si no se te quita la podobromhidrosis, como se le llama, debes ir a ver a un dermatólogo o podólogo.
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Olor a pescado
Un mal olor a pescado proveniente de la vagina, que se hace más intenso después del sexo o después de la menstruación, es señal de una vaginosis bacteriana: cuando las bacterias malas son más numerosas que las buenas (lactobacilos). También podrás notar una secreción gris, sentir dolor, picazón y ardentía.
Qué hacer:
Tienes que ver al médico para que te hagan análisis. Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento más común son los antibióticos por vía oral.
Olores fuertes de la orina
La orina también puede oler de manera inusual. Estas son algunas de la causas:
Olor fuerte y penetrante:
Además de algún medicamento o vitamina, o por haber comido espárragos, esto puede ser síntoma de una infección urinaria.
Olor dulzón:
Posible señal de diabetes.
Mal aliento
Muchas veces el mal aliento o halitosis se produce cuando debido a una mala higiene bucal las bacterias que hay en la boca segregan compuestos de azufre. Entre las causas del mal aliento también están tener un absceso, una caries, tener enfermedad de las encías, infección pulmonar, infección de garganta o ingerir alimentos como el ajo y la cebolla cruda.
Qué hacer: Si el mal aliento no se te quita y no sabes la causa, ve a ver a tu médico; sobre todo si también tienes tos, fiebre o dolor en la cara acompañado de una secreción por la nariz, estos podrían ser signos de una infección respiratoria.
Olor a basura
Si por accidente olvidas retirar de la vagina algún objeto como un tampón, las bacterias se van a multiplicar rápidamente y en cuestión de días comenzarás a sentir un fuerte olor, como a basura podrida. Aunque algunas mujeres también experimentan incomodidad, en la mayoría de los casos el único síntoma es el olor.
Qué hacer:
Si el culpable era un tampón olvidado, visita a tu médico después de retirarlo para combatir una posible infección.