Conseguir una alimentación más sana y nutritiva pasa por incluir en nuestras comidas ingredientes naturales que nos aporten gran cantidad de nutrientes sin químicos de por medio.
Nuestra dieta es cada vez más pobre en vitaminas y minerales debido a la mala calidad de los alimentos y al abuso de comidas precocinadas y refinadas.
En este artículo te damos 7 sencillos tips para hacer que tus comidas sean mucho más nutritivas, lo cual te ayudará a sentirte más saludable y vital.
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Comidas de verdad
La alimentación de hoy en día no nos nutre, sino que nos desnutre.
No nos aporta los componentes que nuestro organismo necesita, de manera que, con el tiempo, lo vamos notando con algunos trastornos de salud: cansancio, problemas de piel, dolores musculares, nerviosismo, problemas digestivos, etc.
Los alimentos que consumimos tampoco son tan nutritivos como lo eran hace unas décadas, por lo que nos vemos obligados a buscar algunos trucos culinarios para enriquecer nuestras recetas habituales.
1. Caldo casero de huesos
Cada vez es más popular en la alimentación saludable el caldo casero que se elabora con huesos de animales ecológicos cocinados durante varias horas a fuego lento.
Esta manera de cocinarlo nos permite conseguir un caldo muy económico y a la vez muy rico en nutrientes.
Podemos hacer caldo en bastante cantidad y después congelarlo en recipientes individuales para tenerlo siempre disponible.
De este modo podremos cocinar platos de arroz, pasta, sopas o cremas mucho más nutritivas y deliciosas.
2. Semillas y frutos secos
Las semillas y los frutos secos son alimentos ricos en vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y fibra. Son excelentes para enriquecer todo tipo de ensaladas y cremas de verduras.
Para que las semillas y frutos secos sean más saludables y digestivos deben estar crudos, sin freír ni salar. Los pondremos en remojo durante, al menos, 4 horas antes de consumirlos.
3. Aceites de primera presión en frío
La elección de un buen aceite es fundamental para una comida sana y de buena calidad. Si elegimos buenos aceites estaremos aportando grasas saludables y vitaminas, mientras que los aceites refinados pueden ser perjudiciales para la salud.
Para cocinar optaremos siempre por el aceite de oliva o el de coco, que son los que menos se alteran con las altas temperaturas. Para aliñar en crudo podemos elegir entre el aceite de sésamo, de lino, de oliva, de coco, etc.
4. Agua de mar para salar
¿Quieres salar los platos reduciendo los riesgos de la sal común y añadiendo una dosis extra de minerales? La solución está en el agua de mar, cada vez más presente en los supermercados por sus excelentes valores nutricionales.
Con el agua de mar podemos salar todo tipo de platos líquidos, como sopas o gazpachos, o que se tengan que cocer, como arroces, pastas o guisos.
Si no conseguimos agua de mar, optaremos siempre por la sal marina en vez de la sal de mesa o sal común.
5. Legumbres camufladas
Las legumbres son un alimento imprescindible en una dieta sana, ya que son ricas en proteína y fibra. No obstante, a mucha gente le cuesta cocinarlas en forma de guiso tradicional.
Por este motivo, recomendamos añadirlas de manera discreta a otro tipo de platos:
- Trituradas en cremas de verduras.
- En sopas y potajes, en pequeña cantidad.
- En harina, como, por ejemplo, la de garbanzo, para rebozar o para hacer crepes.
- En ensaladas frías de arroz o de pasta.
6. Algas remineralizantes
Las algas son un alimento muy habitual en la cocina macrobiótica y vegetariana, ya que aportan una gran cantidad de minerales como, por ejemplo, yodo, potasio y hierro.
Existe una gran variedad de algas, como la wakame, que nos permite dar mucha cremosidad a las cremas, la kombu, que hace que las legumbres se ablanden antes, o la nori, la más conocida por su papel en el sushi.
Cada una de ellas se cocina de manera diferente según su textura y grosor.
Recomendamos añadirlas en pequeñas cantidades a sopas, cremas, guisos, arroces y pastas.
7. Un toque de limón o vinagre
¿Un simple limón nos puede ayudar a enriquecer nuestras comidas? El jugo fresco de limón, añadido a nuestros platos habituales, mejora su digestión y además nos ayuda a asimilar mejor sus nutrientes, en especial el hierro.
Otro alimento muy recomendable es el vinagre de manzana, rico en minerales como el calcio, el magnesio o el potasio. No obstante, debería ser crudo y sin pasteurizar para que contenga todos sus nutrientes naturales.
Fuente: Mejor con salud