No solo las cremas son beneficiosas para nuestra piel. La manipulación correcta contribuye a mejorarla.
La lucha para evitar que se formen arrugas y disminuir la flacidez del rostro forma parte de la vida de casi todos los hombres y mujeres. Apostamos por las mejores cremas, nos alimentamos lo mejor posible, pero existe un ítem que no contemplamos: los masajes faciales.
Son excelentes para todo porque te ayudan a tener una piel radiante, la mantienen rejuvenecida, ayudan a la circulación y te dan ese «me time» (tiempo para mí) en tus ajetreados días. La clave para obtener resultados, sin embargo, está en dedicarle tiempo y hacerlo con suavidad.
Si los movimientos son demasiado duros o aplicas mucha presión, puedes acabar irritando tu piel y eso es justo lo que no quieres. Si se hacen con una buena técnica, se logra estimular la producción de fibroblastos, mejorando y hasta tonificando los tejidos.
Constanza Prenafeta, cosmetóloga, terapeuta holística y directora del centro de relajación Spa Mandala, nos aclaró dudas respecto a este tema.
Lo primero es tener claro que el masaje actúa en diferentes capas, dependiendo de la técnica que se aplique. «Se estimula musculatura, grasas, epidermis y sistema linfático. Es por esto que tiene propiedades modelantes, tonificantes de la musculatura y la piel», explicó.
Al mejorar la circulación de la piel se pueden ver con el tiempo resultados que permiten unificar el tono, por lo que la sugerencia es ser constantes en su realización diaria. «Finalmente, la relajación facial posee una cualidad excelente para estimular la actividad metabólica, tonificando los tejidos de la zona».
En la mañana y noche, junto con la aplicación de tu crema de tratamiento de rostro, es el momento ideal para realizar un masaje que mejorará la penetración de ésta, potenciando sus propiedades.
¿Te preguntas si es necesario realizarse masajes en el rostro? La respuesta es sí, ya que los masajes faciales pueden tener múltiples beneficios. Toma nota:
* Antiage: Hay diversos masajes tipo lifting, el tanaka, cobido, quiroplástico, etcétera. La elección entre uno y otro dependerá del tipo de piel y sus necesidades. Por ejemplo, una con flacidez cutánea requiere masajes con plinzamientos; aquellos que tienen pérdida de tonicidad muscular, necesitan masajes con palpoteos, y las pieles con rosácea, requerirán drenaje. Los masajes son una alternativa antiage no invasiva. Esto quiere decir que permiten retardar arrugas y flacidez –además de atenuar las ya existentes– activando las células, ya que mejora la circulación y la penetración de activos.
* Desinflamatorios: Drenajes linfáticos para rosácea, pieles sensibles, acné y postoperatorios.
* Descontracturantes: Para aliviar bruxismo y zonas periféricas al rostro, como cráneo y cuello. Esto es muy importante, ya que una contractura impide la normal nutrición celular y evacuación de desechos.
¿Qué zonas del rostro pueden mejorar?
¡Prácticamente todas! Frente, arrugas perioculares (alrededor de los ojos), nasogeniano (nariz) y cuello. Cada zona requiere técnicas y direcciones diferentes. Hay que decir que los efectos del masaje se ven potenciados si se combinan con radiofrecuencia, mesoterapia virtual y peeling en el caso de los antiage.
¿Cuáles zonas son más delicadas?
Los párpados, pero hay técnicas para hacer masaje igualmente. En el caso de personas con rosácea o acné, el masaje debe ser calmante. La única contraindicación es que la piel tenga erosiones cutáneas o heridas.
¿Qué tipo de productos recomiendas?
La elección del producto depende del tipo de piel. Las cremas untuosas son para pieles que requieren nutrición; para ellas también se pueden ocupar aceites regenerantes. Cuando se trata de pieles oleosas, hay aceites que poseen una composición similar al sebo, como el de jojoba. Para las personas con acné puede ser tea tree o lavanda.
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Movimientos clave
Para las líneas de expresión, las presiones ayudan a disminuir notoriamente las señales de estrés. Presiona con tu dedo índice de manera controlada haciendo puntos que recorran las cejas, en un orden desde dentro hacia fuera. Luego, con la yema de ambos dedos pulgares, presiona ambos lados de la zona alta de la nariz más cercana al lagrimal. Quédate así hasta liberar la tensión.
Para líneas de expresión muy marcadas en el entrecejo, se sugiere aplicar las cremas de tratamiento desde adentro hacia fuera y esparcirla desde abajo hacia arriba, generando líneas con presión en dirección ascendente. Si lo deseas recorre toda tu frente de esta manera, siempre presionando el tejido hacia arriba. Repite 5 veces estos movimientos cerca del surco nasogeniano con toda la palma de la mano, contactando primeramente los dedos. Comienza a deslizar desde la comisura de los labios hasta la aleta de la nariz con presión, siente como tus pómulos se elevan, hazlo con firmeza. Luego, desliza tus manos hacia las orejas de manera lenta y bombea en esa zona.
Masaje para arrugas: La piel agrietada producto de la edad puede alisarse recurriendo a suaves pellizcos contínuos, siempre en forma perpendicular a las arrugas. Servirá en sectores como la frente, patas de gallo y surco nasogeniano. Procura cortar tus uñas para realizar este masaje.
Para definir óvalo facial, junto con atenuar arrugas y signos del estrés, este masaje facial permite modelar los contornos de tu rostro. Mediante pellizcos amplios y rápidos en la parte superior de los pómulos y mandíbula podrás enmarcar el óvalo facial y definir de mejor manera los pómulos. Estos movimientos estimulan los tejidos de forma profunda, favoreciendo su oxigenación y activando las fibras elásticas. Si quieres profundizar más, ingresa a spamandala.cl/masajes-faciales.
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Pieles sensibles
Deben hacerse idealmente sólo drenaje linfático, pero acá igual te damos algunos consejos si tu piel requiere cuidados especiales:
* Puedes usar cualquier crema hidratante o sérum para pieles sensibles.
* Realiza este masaje cada mañana con tu rutina de belleza para empezar con positividad tu día.
1. Aplica tres dosis de tu crema de cuidado facial en las manos y extiéndela por las yemas de tus dedos.
2. Une tus manos, cierra los ojos, respira lentamente y conecta contigo misma.
3. Con las dos manos, extiende la crema de forma simétrica en tu rostro, siguiendo la técnica «de dentro afuera»: mueve tus manos desde el párpado superior al inferior, con movimientos delicados. Después sube las yemas de tus dedos hacia tu frente, baja por los lados de tu nariz y recorre tus mejillas usando amplios movimientos. Termina el masaje juntando tus manos en medio de la barbilla.
4. Meditación y masaje terminados.
FUENTE: NUEVA MUJER