Hayao Miyazaki se retiró del cine hace cuatro años…
El mundo lamentó su partida. Se realizaron múltiples homenajes en su honor, todos los filmes de su carrera se convirtieron en el centro de atención y comenzaron a ser vistos como clásicos del cine japonés. Se pensó que una visión como la suya tardaría en llegar para iluminar las pantallas alrededor del mundo con espectáculos insólitos, historias míticas y personajes inolvidables.
Sin embargo… el director de 76 años anunció su regreso a los estudios Ghibli para entregar una historia más y consagrarse, definitivamente, como el mejor creador de anime de toda la historia.
A pesar de que aún no se anuncia el título de la cinta ni fecha de lanzamiento, el mundo está a la expectativa, ya que el director nunca ha realizado una mala película y su legado es intachable, por lo que esta nueva obra podría ser la cereza de un pastel legendario… o podría derrumbarlo.
De cualquier forma, seguramente demostrará su innegable talento para mezclar cultura tradicional con contemporánea y expresarle al mundo por qué las historias japonesas son las mejores. Los 11 filmes que ha realizado son excelentes muestras de lo alto que puede llegar el anime bajo el mando correcto; las siguientes son aquellas que, gracias a lo anterior, trascenderán en la historia y cualquier amante del cine, no importa el tipo o género, debe mirar alguna vez en su vida para descubrir el insólito mundo que creó Miyazaki para nosotros.
Princess Mononoke (1997)
Esta es una de las más grandes obras que revelan el genio y la dulzura de las historias de Miyazaki. Situada en el periodo Muromachi de la historia japonesa, toma un sentido literario tradicional que habla sobre la conexión humana con la naturaleza. Mezclando la animación clásica con una historia de mitos y fantasías que navegan en lo más profundo de la humanidad, el director llevó el cine un paso adelante al tiempo que integraba los elementos más básicos de su contexto cultural.
My Neighbor Totoro (1988)
Posiblemente sea la más conocida de esta lista y la que nos enseñó que las historias más hermosas no siempre tienen que ser convencionales. Miyazaki mezcla aventura, monstruos fantásticos, drama familiar, un excelente soundtrack y un fantástico diseño visual que es imposible de ignorar. El director aprovecha los silencios y permite que la audiencia, tanto infantil como adulta, absorba los elementos que busca representar. Asimismo, en sus escenas hace que desaparezca la línea entre realidad y ficción al darle una energía constante a los fondos naturales.
Spirited Away (2001)
Otro de los trabajos más importantes y conocidos en la carrera del director nipón. El viaje de Chihiro, como fue llamada en Latinoamérica, es una historia como ninguna otra y la que le demostró al mundo la magia y los inexistentes límites del anime. Siguiendo a la protagonista, Miyazaki hace una crítica al nuevo mundo japonés que pierde su identidad ante el capitalismo y la avaricia de las nuevas generaciones, mientras habla sobre engaños, conflictos internos y la pérdida de la inocencia en un mundo en el que nadie está a salvo.
Howl’s Moving Castle (2004)
La obra maestra visual de Miyazaki, misma que lo llevó a la cima de su creatividad y con la que le devolvió al mundo las ganas de vivir. La historia, tal cómo él la describió, se enfoca en el amor y la importancia de mantenerse juntos antes de sucumbir a una guerra. El filme muestra ese lado de la humanidad que muchos deciden ignorar, aquél que se ciega ante la violencia y la indiferencia por los conflictos; que se rehusa a pensar en el daño que provoca cualquier disputa, especialmente cuando tiene solución.
The Wind Rises (2013)
Después de llevar la animación a lugares inesperados, Miyazaki regresó a sus raíces con este filme. The Wind Rises cuenta la historia de Jiro Horikoshi, el hombre que diseñó un avión que fue usado durante la Segunda Guerra Mundial en contra de los enemigos del Imperio Japonés. Aunque integra elementos de fantasía, se mantiene en un aspecto realista y no sólo expone la historia romántica y compleja del hombre, sino que también revela sus conflictos internos después de enterarse de que sus naves sirvieron como arma para asesinar inocentes. Es uno de sus mejores trabajos, además de ser una de las obras más dramáticas que se encuentran en su filmografía.
Ponyo (2008)
Poética, mágica, increíble; eso es Ponyo. La historia, que cuenta con un espíritu similar al de Mi vecino Totoro, es un viaje deleitoso a través de la relación de una criatura marina llamada Brunhilde, y Sosuke, un niño de cinco años. Su encuentro hace que Ponyo, como es bautizada por el pequeño, tenga el deseo de convertirse en una niña humana. El guión es tanto inocente como experimental y, aunque no es tan conocido como el resto de esta lista, prueba que Miyazaki, posiblemente, es el director más consistente de la actualidad.
Nausicaa of the Valley of Wind (1984)
Nausicaa fue la aventura que pavimentó el camino de Miyazaki hacia la grandeza. Previo a sus épocas con Studio Ghibli, este proyecto, basado en el manga que también escribió el director, sentó las bases del resto de su carrera: el personaje femenino principal; una historia que habla sobre la humanidad y la naturaleza; un conflicto lleno de coraje y valentía; visuales fantásticos y música inolvidable. Situada en un futuro post apocalíptico, la aventura de Nausicaa es emotiva, esperanzadora y nos recuerda que gracias al anime podemos disfrutar este tipo de historias.
Aunque Miyazaki cree que su nuevo proyecto saldrá en 2019, aún no ha sido aprobado por Studio Ghibli, por otro lado, Toshio Susuki, su colaborador de muchos años, cree que la magnitud de la idea que le presentó el animador tardará aún más tiempo en desarrollarse. Afortunadamente ambos hombres tienen buena salud y están dispuestos a abandonar su retiro para dar un último golpe con una cinta que termine de formar el legado que han dejado en el cine. Sólo nos queda esperar, mirar estos filmes y recordar por qué es uno de los mejores directores de todos los tiempos.
Fuente: Cultura Colectiva.