Tu pecho se siente apretado, tu estómago revuelto y te sientes desesperado ante una ruptura.
Cuando tu amor te deja, es bastante probable que vayas a sentirlo de verdad. Tu pecho se siente apretado, tu estómago revuelto, o incluso te sientes desesperado.
Dos estudios se han dedicado a estudiar a fondo los cerebros de personas que estaban en medio de la agonía de una ruptura y encontraron que no solo una región del cerebro se iluminaba cuando les hacían una resonancia magnética, explica el portal de Gizmodo.
También se percataron de que había actividad cerebral en las partes que controlan el estrés y el dolor físico. Siendo más específicos, las partes del cerebro que recogen las sensaciones de dolor relacionadas al mundo exterior estaban tranquilas e inactivas, pero de igual manera los sistemas quese conectan a estas partes encargados de controlar cómo reacciona el cuerpo ante el dolor estaban bastante ocupados diciéndole al cuerpo que algo horrible estaba sucediendo.
Afortunadamente, esos casos son muy raros. Pero, aun así, el dolor de un rechazo romántico puede durar mucho tiempo.
De 6 meses a 2 años
Lucy Brown, una neurocientífica de la Universidad de Medicina Einstein, quien ha estudiado las respuestas del cerebro ante el romance durante toda su carrera, asegura que en promedio esta sensación de dolor puede durar desde los 6 meses hasta los 2 años, aproximadamente, pero este tiempo varía dependiendo de cada persona.
En realidad, el dolor es una parte natural del proceso. Las rupturas duelen porque activan sistemas relacionados con cómo conectamos con otras personas. “Es un sistema que intenta mantenernos juntos”, explica Brown. “Cuando vivimos algún tipo de separación, estos sistemas nos hacen esforzarnos para acercarnos de nuevo a esa persona. Y si las dos personas involucradas están trabajando en lo mismo, va a funcionar”. Pero cuando no es así, puede doler tanto como que se te rompa un hueso.
¿Qué puedes hacer?
Por ahora, todas estas resonancias magnéticas se han hecho a personas que han sido “dejadas”, pero no a los que dejan, por lo que la ciencia no tiene idea de qué pasa por la mente de esa persona. Quizás, con el tiempo, las mismas conexiones neuronales pueden hacer que tu amante sienta cada vez menos amor por ti hasta que un día esos sentimientos cálidos de apego romántico hayan desaparecido.
Y en ese momento es que llega la típica charla de “tenemos que hablar”.
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Pero cuando tienes el “corazón roto” no hay nada que te impida probar cosas que estimulen y animen a tu cerebro a volver a ser como antes y estar bien. De hecho, existe evidencia de que inmediatamente después de la ruptura tu cerebro comienza a trabajar en ayudarte a superarlo. Esos mismos análisis de los “dejados” que mostraban que sus cerebros estaban inundados en dolor y deseo también mostraban actividad en regiones de la corteza frontal del cerebro que inhibe impulsos y mejora la conducta.
Brown explica que tu cerebro lo que está tratando es de regular y controlar tus emociones encontradas, para tratar de evitar que hagas al menos una de esas cosas locas que por alguna razón sientes que debes hacer. Está tratando de ayudarte a poner tu vida en orden de nuevo.
Vas a tardar en superarlo, pero después de algún tiempo la actividad cerebral relacionada a la obsesión de romance se irá. Hasta entonces, Brown sugiere ayudarte a ti mismo con algunos ejercicios, como por ejemplo: “Cuando comiences a pensar en esa persona, en lugar de recordar lo buena que era la relación, intenta enfocarte en recordar todo lo malo que te hizo”. Sí, eso puede ayudar.
Fuente:Sipse