Hace unos días, la empresa alemana Volkswagen reconoció que manipuló las emisiones de sus autos que funcionan con diésel en pruebas con reguladores estadounidenses, por medio de un software escondido en los modelos 2009 a 2015.
Sin embargo, desde el 2011, Greenpeace había advertido sobre esta circunstancia.
En ese entonces la ONG protestó a nivel mundial contra del fabricante automotriz, que se oponía a las leyes europeas que proponían las reducciones de las emisiones de CO2 y reclamó sobre las altas emisiones de contaminantes de los vehículos de VW.
Así la organización internacional aprovechó la popular campaña publicitaria que tenía la automotriz y realizó una parodia para reclamar a Volkswagen por no realizar algún esfuerzo real por combatir el cambio climático, pese a que la empresa afirmaba su compromiso con el cuidado del medio ambiente.
También te puede interesar: 11 millones de autos de Volkswagen con software tramposo
A raíz de los recientes escándalos a los que se ha enfrentado Volkswagen esta semana, los videos de Greenpeace se han vuelto virales en las redes sociales.
Un informe de Greenpeace dado a conocer en 2010 y divulgado junto con los videos denunciaba las malas prácticas de la empresa, denunciando que sólo el 6% de las ventas de la compañía eran de su flota más eficiente en la reducción de los contaminantes.
El grueso de los coches del grupo Volkswagen sigue estando entre los más contaminantes de Europa», aseveraba el documento publicado por la ONG, hace ya cinco años.
Volkswagen ha engañado de forma sistemática durante años al instalar un software en los motores diesel EA 189 que permite al vehículo reconocer que está pasando una prueba y trucar las cifras de emisiones de óxido de nitrógeno.
El fabricante alemán ha reservado 6,500 millones de euros para ayudar a cubrir los costos de esta crisis y confirmó que 11 millones de sus vehículos repartidos por todo el mundo podrían estar afectados. Sin embargo, todavía no se ha ordenado una revisión de los mismos, ni se ha especificado qué modelos están implicados.
Fuente: Excelsior