El tigre en el zoológico en el sur de la Franja de Gaza estaba extenuado, con el vientre encogido y la piel rayada colgándole como si le quedara demasiado grande. Caminaba nervioso por su jaula.
Juro por Dios que el tigre no ha comido desde hace cuatro o cinco días», dijo Mohammed Ouida, propietario del Zoológico Selva del Sur.
Necesita 100 shekels (unos 20 dólares) de comida diaria», explicó.
El parque al que antes acudían familias enteras a ver a los leones, monos, cocodrilos y avestruces está casi vacío, y Ouida no obtiene suficientes ingresos para alimentar a los animales.
La situación es idéntica en todos los zoológicos de Gaza.
Años de conflictos, inviernos fríos, negligencia y enfermedades han diezmado a los animales en cautiverio.
Aun en tiempos mejores suele haber poca conciencia del bienestar animal en Gaza. En 2013, dos cachorros de león murieron poco después de nacer porque los empleados del zoológico no sabían cómo cuidarlos.
En una escena filmada, usaron una grúa para transportar un camello sobre la cerca fronteriza de Egipto a Gaza mientras el animal se retorcía de dolor. Selva del Sur ha recurrido a la taxidermia para exhibir los animales muertos.
DESGRACIA GENERALIZADA
Las condiciones de vida en Gaza, con 1.8 millones de habitantes, se han deteriorado desde que la milicia islámica Hamas tomó el control del territorio en 2007 y provocó un bloqueo egipcio e israelí.
La pérdida de uno de sus pocos aliados, el ex presidente egipcio Mohammed Mursi, derrocado en 2013, y una guerra con Israel en 2014 han sido golpes rudos para el territorio.
El Banco Mundial calcula que el desempleo llega al 43% y escasean muchos bienes como la electricidad y el gas de cocina.
Para la gente es difícil conseguir alimentos, y ni hablemos de los animales», dijo Ouida.
Señaló que la mitad de los 20 animales y aves que conserva están enfermos porque tampoco puede pagar un veterinario. Antes los veterinarios examinaban sus animales cada dos meses.
(FUENTE: EXCELSIOR)