La variante de COVID-19 que apareció en Brasil representa una emergencia sanitaria para toda América Latina, advirtió el viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La variante altamente infecciosa conocida como P.1 fue descubierta en el Amazonas y ya está presente en todo el país sudamericano, creando fuertes temores de la necesidad de un nuevo confinamiento total para evitar una catástrofe.
“La situación es muy seria y estamos muy preocupados. Las medidas sanitarias que Brasil tome deberían ser agresivas, al mismo tiempo que avanza en la vacunación”, dijo en rueda de prensa el jefe de la OMS.
Adhanom Ghebreyesus hizo énfasis en que si Brasil no se toma en serio el problema, este será igual o peor para sus vecinos y el peligro está dirigido a “América Latina en su conjunto, muchos países, excepto dos más o menos”.
“No es el momento para que Brasil o cualquier otro lugar se relaje”, dijo el principal experto en emergencias de la OMS, Mike Ryan, durante la misma conferencia de prensa.
Ryan explicó que el incremento de los casos en las zonas de Manaus y Amazonas, que habían tenido recientemente brotes intensos, significa que la P1 es una variante con muchas mutaciones específicas que facilitan su transmisión y que, además, podría ser más resistente puesto que numerosos casos serían reinfecciones.
Se aceleran las muertes en Brasil
Brasil sigue reportando cifras récord de muertes día tras día, con su sistema de salud al borde del colapso. Tan solo el viernes, el país registró 1.760 muertos por COVID-19, la que fue la segunda peor cifra desde el comienzo de la pandemia, y con la cual el país rompió su récord por séptimo día consecutivo.
El martes se perdieron 1.641 vidas; el miércoles fueron 1.910 (la cifra más alta); el jueves 1.699 y el sábado hubo una ligera disminución con 1.555. El promedio semanal es brutal: al menos 1.443 al día, mientras que el promedio de fallecimientos en los últimos 14 días asciende a 1.200.
La peor fase de la crisis tiene a gran parte del país utilizando contenedores frigoríficos para almacenar los cuerpos de las víctimas de COVID-19, ambulancias transformadas en salas de emergencia y traslado de pacientes a miles de kilómetros de distancia.
Estas cifras, señala Infobae, confirman a Brasil como el segundo país con mayor número de muertes por número de habitantes, tan solo detrás del indiscutible Estados Unidos e India.
Muertes diarias podrían llegar a 3.000
Un grupo de asesores del gobierno brasileño advirtió el viernes que las muertes podrían alcanzar hasta las 3.000 diarias en caso de que el gobierno de Jair Bolsonaro no tome medidas decisivas para contener la propagación del virus.
Los expertos afirmaron que la tarea de implementar nuevas restricciones será sumamente difíciles debido a la minimización que Bel presidente pregona al respecto de las muertes.
Recordemos que el jueves, Bolsonaro pidió a los ciudadanos que dejaran de “lloriquear” cuando el país llevaba varios días rompiendo su propio récord de muertes, una historia que reportamos en La Verdad Noticias.
Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil y el que registra el mayor número de muertes y contagios, anunció el viernes que daría inicio a una “operación de guerra” para recoger a los pacientes de coronavirus y trasladarlos a sus hospitales, que también están al borde del colapso.
“Laboratorio” de mutaciones
El reputado científico brasileño Miguel Nicolelis, catedrático de la Universidad Duke de Estados Unidos, dijo a The Guardian que Brasil “se está transformando en el mayor laboratorio a cielo abierto de coronavirus” ya que sus condiciones y la falta de medidas contundentes a nivel nacional pueden dar paso a “variantes más infecciosas y letales”.
Una de estas mutaciones, la variante P.1 del SARS-CoV-2, conocida como la variante brasileña del coronavirus, podría ser hasta 2,2 veces más contagiosa que la cepa original, tener hasta 10 veces más carga viral y evadir el sistema inmune, según se desprende de dos nuevos estudios realizados por científicos ingleses y brasileños.
El primer estudio, aún preliminar y a falta de ser revisado por sus pares, publicado el pasado viernes, concluye que esta variante, identificada por primera vez en el estado brasileño de Amazonas, es entre 1.4 y 2.2 veces más contagiosa que el linaje original, por lo que sería probable que estuviera detrás de la intensa segunda ola que sufre Brasil desde finales de diciembre.
El peligro de la variante P.1
Según los investigadores, la P.1 es capaz de evadir el sistema inmune de las personas que ya se han contagiado y puede volver a infectar a entre el 25 y el 61 % de los recuperados de COVID-192. La variante también está asociada con un aumento de 1.1 a 1.8 veces del riesgo de mortalidad, aunque no se descarta que esto se deba al colapso del sistema de salud sufrido durante la segunda ola en la provincia de Manaos.
Dijeron que P1 tiene una «constelación única» de 17 mutaciones en la proteína de pico de coronavirus, incluidas K417T, E484K y N501Y, todas asociadas con una mayor unión a las células humanas, lo que significa que es probable que sean más contagiosas.
Según RT, el linaje P1 ya ha sido registrado en al menos 20 países en todo el mundo, incluyendo el Reino Unido, donde se han descubierto tres casos en Inglaterra y tres más en Escocia. Uno de ellos dio inicio a una búsqueda exhaustiva luego de que se saltara el llenado de un formulario de rigor sobre las personas con las que había tenido contacto, que es un requisito cuando alguien se realiza una prueba de COVID-19 en el país.
¿Hay esperanza en las vacunas?
Nuno Faria, un experto en virus del Imperial College de Londres que codirigió la investigación, dijo en una conferencia de prensa el martes que los investigadores aún no sabían el impacto que la variante puede tener en la eficacia de las vacunas COVID-19.
«No hay evidencia concluyente que sugiera en este momento que las vacunas actuales no funcionarán contra P.1. Creo que (las vacunas) al menos nos protegerán contra la enfermedad y posiblemente también contra la infección», dijo el experto.
Los expertos del Imperial College y de la Universidad de Leicester afirman que la vacunación tendrá que ser complementada con otras medidas de contención como el confinamiento estricto de la población, pues es precisamente el contacto entre los vacunados y variantes del virus lo que propicia la aparición de las mutaciones “super potentes”.
El virólogo Julian Tang, de la Universidad de Leicester, dijo citado por la BBC que el peligro en este sentido se concentra en la región de Manaos con la variante P.1 con personas recién vacunadas. El científico explica que al entrar en la célula humana y encontrarse con pequeñas concentraciones de anticuerpos de la vacuna, la variante es capaz de producir mutaciones más resistentes a los anticuerpos.
Adviertiió a las personas vacunadas que los anticuerpos contra COVID-19 no empiezan a aparecer inmediatamente después de haber obtenido la vacuna, sino que estos tardan “unas semanas en aparecer”, por lo que si los anticuerpos surgen al mismo tiempo que la infección, el virus puede replicarse de modo que evada la protección de la vacuna “en un proceso de selección natural.”
FUENTE: La Verdad