La tenue calma se sostiene en Siria, pero los convoyes de ayuda aún no han conseguido llegar a los necesitados.
La entrega de ayuda humanitaria fue un factor determinante para el establecimiento del alto el fuego, acordado por Estados Unidos y Rusia, y también será importante para juzgar su éxito.
Los convoyes esperan en la ciudad fronteriza turca de Cilvegozu y entrarán a la zona de Aleppo controlada por los rebeldes con alimentos, medicinas y otros suministros de primera necesidad tan pronto como se considere seguro.
Según la ONU, desde principios de julio hasta 275.000 personas quedaron sitiadas en esa zona debido a una ofensiva del régimen.
«El convoy está listo y se moverá tan pronto como las condiciones lo permitan», dijo Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU.
Ha habido algunas violaciones del cese del fuego por ambos bandos, reconoció el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
250 combatientes de ISIS muertos, según Rusia
El acuerdo de alto el fuego, con la intención de proporcionar ayuda humanitaria, exige un cese de la violencia entre las fuerzas del régimen y los rebeldes sirios.
Pero no afecta al combate contra los grupos militantes considerados terroristas, como ISIS y Jabhat Fateh al-Sham, anteriormente conocido como Frente al Nusra.
Aviones de combate rusos atacaron a un grupo de militantes de ISIS al norte de Palmira, matando a cientos de terroristas, dijo Viktor Poznikhir, mando militar ruso.
Los militantes perdieron a 250 hombres y 15 camionetas, dijo Poznikhir.
No está claro si esos ataques se llevaron a cabo de forma unilateral o en coordinación con EE.UU.